Príncipe de Viana alerta del riesgo de las desinfecciones masivas junto a edificios históricos

Pamplona

Numerosos edificios de valor histórico y artístico, patrimonio civil y religioso situado a la vuelta de la esquina, a pie de calle, en ciudades y pueblos de Navarra, pueden convertirse en víctimas de los propósitos bienintencionados por desinfectar vías públicas y edificios. La lejía o el amoniaco son sustancias que acaban con la mayoría de gérmenes, bacterias y virus, incluido el Covid-19, pero también pueden dañar gravemente un patrimonio varias veces centenario.

Alicia Acho trabaja en la Institución Príncipe de Viana, encargada de catalogar, preservar y restaurar el conjunto de bienes monumentales con los que cuenta la Comunidad Foral. Acho, jefa de la Sección de Bienes Muebles y Arqueología, dice que "estos días se están viendo imágenes muy preocupantes por estas desinfecciones masivas en espacios abiertos; quizá no somos conscientes del daño que se puede provocar con lejía o con amoniaco sobre elementos de piedra de mucha antigüedad, sobre revocos antiguos o estructuras como fuentes metálicas o de piedra que pueden sufrir mucho".

Preguntada por si se refiere a alguna situación concreta que hayan detectado en Navarra, aclara que las imágenes vistas en televisión son "casi todas del extranjero", pero advierte sobre "qué podría pasar en cualquier ayuntamiento donde se pongan a rociar con una sulfatadora o usando una fumigadora con un tractor y que todo eso nos llegue a una portada policromada que nos puede dar muchísimos problemas". Y recuerda que "restaurar patrimonio es muy caro y no siempre es recuperable". Mejor prevenir daños a los que después habrá que destinar unos recursos que no van a existir o que se podrían dedicar a otros fines, señala.