El sector del libro confía en la fortaleza del tejido cultural gijonés para superar la crisis
Gijón celebra de manera virtual el Día del Libro mientras el sector trata de despejar dudas sobre su futuro
Día del libro en Gijón 2020
14:49
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Gijón
"Los libreros estábamos aterrorizados los primeros días. Era la incertidumbre absoluta. No sabíamos si habría ayudas ni lo que podríamos hacer para subsistir". Así describe Rafa Gutiérrez, propietario de la Librería La Buena Letra y presidente del gremio de libreros del Principado de Asturias, las primeras horas tras el cese de la actividad laboral no esencial y el confinamiento. Una medida que en Gijón ha afectado a una treintena de librerías a las que hay que sumar otros veinte negocios donde también se venden libros, como las papelerías y los quioscos.
Junto a ellos, las editoriales, que suman casi una decena en la ciudad, forman la parte más visible de un sector que completan distribuidoras, imprentas, ilustradores, maquetadores y correctores entre otros profesionales.
Gutiérrez cree que ahora el "terror" se ha convertido en "temor e incertidumbre". No solo sobre la fecha en la que se pueda reabrir al público, sino también, sobre las normas que los comercios tendrán que seguir para poder hacerlo. Actualmente, muchas de las librerías complementan su actividad de venta con presentaciones y actividades que les sirven como reclamo para atraer clientela.
Esas mismas presentaciones y encuentros literarios para promocionar su obra son los que ha tenido que cancelar la autora gijonesa Pilar Sánchez Vicente. "En una presentación yo sé que puedo vender más de veinte libros que ahora no van a tener salida". La escritora, que tenía que haber visto pronto en la calle su nueva novela "La muerte es mía" (Roca Editorial) y que ahora tendrá que esperar, lamenta la situación a la que trata de buscar la parte positiva. "Ahora tengo mucho más tiempo para escribir y, de hecho, ya he terminado la novela en la que estaba trabajando".
Por su parte, los editores asumen su nueva realidad con mucha preocupación y tratando de reubicar las salidas editoriales previstas para estas fechas en un nuevo calendario "casi como el juego de las sillas". Son declaraciones de Daniel Álvarez Prendes, cofundador de la prestigiosa editorial gijonesa Hoja de lata. "Editar un libro es un proceso que lleva mucho tiempo y luego los lectores deciden en solo dos segundos, que es el tiempo que estiman los estudios que dedican los compradores a leer la sinopsis y ojear la novela, así que añade esa dificultad a esta situación".
Sobre la mesa la editorial gijonesa aún mantiene como proyecto prioritario la salida de "Amianto" de Alberto Prunetti, título en el que confiaban para "alegrar" este primer semestre del año y cuya entrada en distribución estaba prevista para el pasado 13 de marzo. Ahora tendrá que ver la luz en el segundo semestre del 2020. Otras futuras referencias para su catálogo no han corrido tan buena suerte y tendrán que esperar hasta 2021.
¿Cómo afrontar entonces lo que está por venir? Rafa Gutiérrez, Daniel Álvarez Prendes y Pilar Sánchez Vicente coinciden en resaltar la fortaleza del tejido cultural asturiano y es en esa red colaborativa entre librerías, lectores y editoriales, en la que confían para que cuando se comience a retomar la actividad el sector pueda mantenerse a flote.
Alicia Álvarez
Alicia Álvarez es licenciada en periodismo por la Universidad San Pablo CEU. Trabaja en SER Gijón desde...