Cuentos y fantasías
El comentario de Marina Hernández en Hoy por Hoy Las Palmas
Desde mi salón: " Cuentos y fantasías"
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Las Palmas de Gran Canaria
Recuerdo perfectamente el primer cuento que escribí en mi vida. Tendría unos 7 años. Lo bonito de esa época es que solo tenías que plasmar lo que se te pasaba por la imaginación sin pensar en las consecuencias.
Mi relato era una bonita, aunque triste, historia entre un mes y un calendario. Y si todavía lo mantengo en mi mente es por lo que se rió mi madre al leerlo.
A aquel mes le quedaban pocos día para desaparecer. Para que algún humano lo arrancara de forma violenta de su casa. El calendario, resignado, le daba consuelo pero con mucho tacto le explicó que ese era su destino. Y que también le dolería mucho su desaparición.
En ese momento me convertí en lo que soy ahora. No he dejado de contar historias, lo que ya no puedo inventármelas. Las cosas del periodismo. Una lástima porque nunca he dejado de soñar con fantasías.
A mi maestro, Antonio, le debo mi pasión por los cuentos. Solía parar las clases de lengua o matemáticas para contarlos y además con capítulos que se mantuvieron durante toda la primera etapa de primaria.
Quizás los más pequeños de aquel desaparecido colegio Tasiri de la generación del 86 fuimos los primeros en engancharnos a temporadas de ficción como hacemos ahora de mayores en Netflix o HBO.
Los que si pueden navegar entre personajes y misterios son los escritores. A ellos les debemos la historia entera de la literatu. ¿Se imaginan un mundo sin libros? ¿Qué sería del confinamiento sin poder leer un texto?
Ahora mismo es el único billete de avión que nos transporta a otros lugares: a guerras, a otros siglos, a islas desiertas, a galaxias habitadas, a secreto de familia, a conspiraciones a crímenes...
Ustedes ya lo saben. Hoy es 23 de abril. Feliz Día del Libro.
