'Después no existe'

Algeciras

La Confederación de Empresarios de Cádiz organizó este jueves una videoconferencia entre representantes de organizaciones patronales, de la Cámara de Comercio y empresas de primer nivel de la comarca para analizar el día después de la pandemia. Su propósito era vislumbrar los pasos que conviene dar en el ámbito económico y administrativo una vez se considere controlada la propagación del coronavirus.

Se habló, así pues y entre otros proyectos, de la construcción de la Algeciras-Bobadilla, del acceso Sur de Algeciras y de la necesidad de dar cumplimiento a las obras previstas en el plan director del Puerto de Algeciras. Y para ello, de la imperiosa obligación de agilizar los trámites administrativos, porque un proyecto no puede quedar varado, durante meses o años, perdido en una montaña de papeles.

Viene esto a cuento porque, a veces, tengo la sensación de que hablamos del mañana sin percatarnos de que este no existe porque el ayer lo ha atropellado, llevándoselo por delante. El futuro se construye sobre lo que hacemos en el pasado. Y en nuestro pasado dejamos muchos deberes por hacer. La línea del horizonte que hasta marzo apenas oteábamos se ha difuminado. Los caminos están por andar, lo cual, visto desde la perspectiva optimista, es también una ventaja.

El coronavirus ha sacado a la luz lo mejor de nuestros sanitarios, de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad. También la responsabilidad y solidaridad de un pueblo donde cada cual permanece encerrado en su casa acatando la orden de confinamiento, pero también ha dejado al descubierto la fragilidad de nuestra economía, con millones de personas desempleadas en todos los sectores.

El nuevo mantra es “la reconstrucción” de España, como la llama Pedro Sánchez, o “la alianza” por Andalucía, de la que habla Juanma Moreno. Pueden ser primeros pasos, aunque uno y otro deberán hacerse con nuevos mapas para manejarse en el nuevo futuro, en la nueva normalidad.

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