Transportes instalará medidores de temperatura en las estaciones de Santander y Torrelavega
El objetivo es detectar a los usuarios que tengan fiebre para evitar que puedan propagar el virus
Santander
Cantabria implantará en sus principales estaciones de transporte público un sistema de detección rápida de la temperatura corporal que, a través de infrarrojos determinará si una persona tiene fiebre, uno de los síntomas del coronavirus.
En declaraciones a la Cadena Ser, el director general de Transportes, Felipe Piña, ha avanzado que la medida entrará en funcionamiento a mediados de mayo en las estaciones de autobuses de Santander y Torrelavega.
“Queremos garantizar la seguridad de los viajeros y los conductores en el sistema público de transportes, durante la etapa de confinamiento”
Se instalarán en los accesos de las estaciones de Santander y Torrelavega, como medida de control preventivo, para que los viajeros puedan acceder a las dársenas en las “mejores” condiciones y evitando el posible contagio.
“El sistema consta de una cámara automática que detecta la temperatura y que va a asociada a su software de control y un gran monitor sustentado por un trípode junto a un termómetro sin contacto, que funciona con infrarrojos”, ha explicado Piña.
La fiebre es uno de los síntomas del COVID-19 y la medida que quiere aplicar la Consejería de Innovación, Industria, Transporte y Comercio servirá para hacer mediciones con “precisión” para “saber” o “intuir” quién puede estar infectado o no.
Para ello, se ha realizado un contrato de urgencia que se adjudicó el pasado 22 de abril. El plazo de ejecución es de dos semana y Piña calcula que a mediados de mayor podrían ponerse en funcionamiento.
En los próximos días, además, personal de la dirección general de Transportes recibirá formación para conocer "en profundidad" el funcionamiento de los sistemas que se van a instalar en ambos emplazamientos. Las estaciones son una de las infraestructuras cerradas más concurridas y con medidas como las que quiere implantar la Consejería se busca reducir las probabilidades de contagio.
“El pasajero que registre una temperatura corporal alta no podrá subirse al autobús y tendrá que regresar a su domicilio”.