Un año atrás

Alcoi

Ha sido un fin de semana extraño. Sabiendo que algo debía estar pasando, aunque nada ha cambiado. De banda sonora el silencio, que se rompía con las voces de los niños en su primera salida de casa.

Despertar mirando el cielo, como habría sucedido si todo siguiese igual, y escuchando con alivio la caída de las gotas que dan a todo un pueblo un poco de consuelo.

Sintonizar una emisora o un canal de televisión para revivir lo que sucedía hace un año, cuando vivíamos ajenos a la situación actual.

Volver a ver las entradas de Moros y Cristianos de 2019 ha tenido un significado especial. Que el teléfono haya vuelto a sonar, los mensajes se hayan repetido expresando la emoción de un año atrás cuando, bajaba San Nicolás como favorita cristiana. Despierto ahora de la sensación de haberlo soñado y empiezo a digerir la emoción y los nervios acumulados.

Esta vez, la espera va a ser más larga y aunque “Nostra Festa ja, cridant-nos està”, la primavera de 2020 no verá escuadras, ballets ni boatos; capitanías, alféreces o al santo. Porque las túnicas y correajes, fajas y bombachos deberán seguir en el armario hasta que las calles estén preparadas. Porque Alcoy volverá a tener sus fiestas y serán, como siempre, las mejores del mundo.