"Cualquiera podría haber sido el 'ángel' de la foto del hospital de campaña. Todo el equipo ha estado volcado"

Aranda de Duero

Estos días son muchas las imágenes que la pandemia está poniendo ante nuestros ojos. Pero las hay que van a quedar como testimonio de una época. Una de ellas se ha hecho viral a través de los medios de comunicación después de que la compartiera el gerente del Hospital Santos Reyes, Evarito Ruiz Arzalluz con el nombre de "La foto de un ángel". Una imagen de contrastes, entre lo inhóspito y lo acogedor, entre el desgarro y la esperanza, entre la enfermedad que deshumaniza y la ternura que salva.

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La imagen tiene de fondo un paisaje que no puede ser más frío, un pabellón inmenso con hileras de camas una tras otra, todas iguales. Pero la mirada se dirige al centro de la imagen, donde dos manos entrelazadas conectan dos realidades distintas: de una de ellas se adivina que su dueña es mayor y se encuentra postrada en una cama de hospital. Y podemos apreciar la silueta de quien sostiene esa mano con la suya, aunque ni siquiera quienes la conozcan podrían decir que es ella porque se trata de una enfermera enfundada de arriba a abajo en uno de los equipos de protección que ponen barrera al contagio y a buena parte de las sensaciones que transmite el contacto físico. Pero a lo que no puede poner barrera es a la potente humanidad que transmite una mano enguantada que sostiene la fragilidad de la otra. Una imagen capaz de transmitir tal sensación de paz, que consuela, cura y alimenta la esperanza.

La enfermera es Silvana Cebrecos y quien supo capturar este momento es su compañero, también enfermero, David Hernando. Ambos han compartido con los oyentes de Hoy por Hoy Aranda lo que condensa esa imagen: días duros, pero plenos de esperanza, de trabajo en equipo y aliento entre sí. Y sobre todo de servicio y cuidado a los pacientes.

Silvana acababa de terminar su carrera hacía apenas unos meses cuando el coronavirus apareció para cambiarlo todo. También cambió sus primeros planes de continuar estudiando para ser matrona. Ahora tocaba otra cosa y se ofreció para trabajar en el hospital de campaña donde lleva las cuatro semanas de su funcionamiento.

Dice esta jovencísima profesional que la de la imagen de la “foto del ángel” podría haber sido la de cualquiera de sus compañeros o compañeras, porque “han sido miles” los momentos en los que el equipo de profesionales que ha trabajado en este recinto se ha dedicado a animar, consolar, escuchar, apoyar o simplemente estar cerca de los pacientes. En definitiva, a cuidar. El autor de la instantánea, David, asegura que la imagen resume la esencia de su profesión “Si quieren conocer la enfermería de verdad, con esa imagen sobra: la humanidad, la cercanía, el apoyo, el acompañamiento, el cariño… Transmite nuestro eslogan: el cuidado. Es cuidar de nuestros pacientes.”

Ambos coinciden en que lo más duro ha sido la soledad de los enfermos y por eso muchos de sus esfuerzos han estado volcados en transmitir cercanía y serenidad, lo que no siempre es fácil enfundados de arriba a abajo en equipos de protección. Pero siempre se encuentran estrategias. “Todo el equipo tratamos de transmitir con la voz calma y tranquilidad” dice Silvana. “Y ellos nos cogen las manos, nos dan besos, nos abrazan. Aunque tengamos que tener precaución vamos protegidos y equipados y nos dejamos abrazar. Así sienten que están con personas que les cuidan y se preocupan por ellos”

Lo peor, sin duda, es ser testigo de la evolución de un paciente cuando su pronóstico es malo. Dice David que también en esos casos “hemos estado hasta el último minuto con ellos. Ese acompañamiento, para el que también nos preparan en nuestra profesión, es una intervención muy importante dentro de la enfermería.”

Se sienten también reconocidos por los familiares de los pacientes “El contacto con las familias online nos ha hecho llegar unos mensajes maravillosos” recuerda David, “pero ha sido en el momento del alta, cuando se van del hospital, cuando resulta más gratificante hablar con ellos, escuchar lo que dicen. Es cuanto te da el ‘subidón’. Es muy gratificante.”

Hay que tener agallas

Con esta primera experiencia laboral tan intensa Silvana ha comprobado en la práctica que la realidad siempre impacta. “Ya sabía que me tenía que enfrentar a cosas duras en mi profesión, pero llegar aquí te demuestra que tienes que sacar agallas para salir adelante y tener esperanza. Aunque intentan prepararte para situaciones duras en la carrera la realidad me ha parecido impactante y en ella hay que sacar fuerzas.”

Por eso también resalta el valor del equipo “Ha sido magnífico” asegura. “Aunque al principio fue duro hasta que fuimos adaptándonos a esta realidad, el apoyo que nos hemos dado ha sido muy importante.”