Un encierro en plena pubertad
Ni cuando te pillaban fumando por primera vez, el castigo duraba tanto

Columna de opinión de Ana Huguet en La Ventana de Andalucía (27-04-2020)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Jerez de la Frontera
La Policía ha denunciado en Algeciras a una parejita de jóvenes practicando sexo dentro de un vehículo. Forman parte de la estadística de denunciados por saltarse el confinamiento.
Dice Save de Children que el estado de alarma produce en niños y adolescentes un impacto cuatro veces mayor que en adultos. Yo no sé si ustedes recuerdan cuando tenían entre 15 y 18 años, esa etapa en la que los padres asfixian, los amigos parecen la única referencia y varios días sin ver a un medio novio era poco más que una tragedia. Esa edad tan hormonal y de tránsito en la que uno cree ser demasiado mayor para pedir consejo a una madre, muy pequeño para que le traten como un adulto, y aún inmaduro para encajar circunstancias extraordinarias.
Y ahí están, viviendo su particular pesadilla de pubertad: seis semanas encerrados en casa con sus padres. Ni cuando te pillaban fumando por primera vez el castigo duraba tanto.
Además ven como sus padres van a la compra o a trabajar y a sus hermanos pequeños se les ha abierto la puerta para, al menos, oxigenarse.
Ánimo para todos esos chavales. Y ojalá, pronto puedan salir a despejarse, sin necesidad de ocultarse en un coche.




