"Intenté hacer el menor daño posible"
Rafa Guijosa repasa su salida del Ademar un año después. Su futuro a corto plaza pasa por el extranjero.
León
Un año después de su sonada salida del ABANCA Ademar, Rafa Guijosa ultima su regreso al banquillo. "Es duro porque no hay muchos equipos donde ir. He tenido ofertas, todas de fuera de España, pero no me han seducido lo suficiente. Ahora sí tenemos algo en vías y hay que cogerlo porque no podemos estar más tiempo así", afirma. A corto plazo se ve en el extranjero, experiencia que, con distintas sensaciones, ya saboreó al frente de la selección de Irán. Fue el paso a previo a tomar las riendas del conjunto marista en 2015 cuyo contrato fue ampliado en dos ocasiones, la última, semanas antes de su adiós.
En este tiempo en el que trató de poner distancia con el propósito de "hacer el menor daño posible" no ha vuelto a pisar el Palacio Municipal. Aún recuerda "lo doloroso que fue el último día y los muchos kilómetros llorando de vuelta a casa" porque "le pongo un '9' al trato recibido por la familia ademarista. Las cosas acabaron como acabaron, pero no lo tengo en cuenta". En una charla con Pablo Campos en las cuentas de Instagram, el técnico madrileño quiso despejar algunas de las dudas que dejó el episodio que acabó con la rescisión de su contrato de manera abrupta.
"Si realmente quieres a alguien, no le dejas marchar. Cuando te das cuenta de que no están a muerte contigo es cuando fuerzas la situación. Se podían haber hecho mejor las cosas", señaló Guijosa. "Solo pido que le gente no invente. Tenía un contrato firmado al que renuncié y sigo cobrando la prestación de desempleo". Luego vino la distancia mediática porque "generaría todo tipo de opiniones y por respeto, sobre todo a Diego y a los jugadores. Confiaba en que se podían conseguir los objetivos".
Del Ademar actual considera que "está en las mejores manos con Manolo Cadenas y en condiciones de hacer un nuevo proyecto" del que no formarán parte algunos jugadores que, como Juanjo Fernández, fueron referencia en sus casi cuatro campañas en el club: "a jugadores como Juanjo les quiero en mi equipo, pero cada entrenador tiene su proyecto. Le tengo especial cariño. Fue una de mis apuestas y es uno de los artífices de volver a hacer grande al Ademar. Se ha dejado en León parte de su salud". Eso sí, Guijosa aclaró que el cuestionado fichaje de Patotski "se realiza estando yo, pero quería a otros porteros. Se puso a tiro y se me comunica que su fichaje, pero cada uno que salga y asuma sus decisiones. Fichajes míos son Lucin y Feuchtmann".
Desde su confinamiento en Alcalá de Henares, Guijosa continúa con su labor formativa en la IHF y con su primer triatlón en el horizonte, un reto avanzado que la crisis actual se llevó por delante. En su análisis del porvenir del balonmano español, preocupación. Más allá de la cancelación de la presente temporada ("es justo nombrar al Barcelona campeón y en el resto hay que premiar la regularidad"), el escenario a partir de ahora es muy delicado. "No se entiende un Ademar sin sus más de 3000 espectadores. Jugar sion público va a condicionar los presupuestos y el rendimiento deportivo. No tengo ninguna confianza porque el balonmano carece de liderazgo en la gestión", apuntó Guijosa, que vería con buenos ojos el cambio de formato, con dos grupos en la liga regular, que ya utilizó la Asobal hace dos décadas: "saldría una competición bonita y justa".