Estudiantes de la Universitat de València piden que se apueste por la evaluación continua

Valencia

"No somos delegados ni representantes de ninguna institución ni sindicato estudiantil", de esta forma se dirigen los más de 130 estudiantes que de momento se suman a esta reivindicación y que serán más. Solo quieren dejar claro su descontento por la falta de empatía y flexibilidad de la Universitat.

Los alumnos apuestan por algo parecido a lo decidido en Euskadi: dar más peso a la evaluación continua y no dejarlo todo a la lotería de un examen final que tendría que ser telemático, y que para evitar copias y suspicacias se convertiría en un test contrarreloj.

Lamentan los estudiantes la escasa empatía de la universitat que se ha instalado en el “no” como única respuesta obviando que esta situación tan extraña afecta a todos. Los estudiantes no quieren un borrón en su expediente por una solución inadecuada. "Llevamos 40 días de confinamiento, y cuando llegue la fecha de los exámenes de la primera convocatoria del segundo cuatrimestre estaremos cerca del día número 70. Como ustedes comprenderán, no es el contexto idóneo para concentrarse, ni para desarrollar adecuadamente nuestra tarea, que es estudiar".

Y añaden: "Asimismo, con la premisa de que nos podemos copiar en este tipo de exámenes online, se nos está advirtiendo que, el formato de éstos pasará a ser en la mayoría de los casos un test con un tiempo reducido, esto es, “exámenes a contrarreloj”. La escasez de tiempo para prepararnos para tal prueba también es un factor muy importante, ya que los exámenes empezarían en menos de un mes. Esta situación, no hace más que añadir más dificultades a los estudiantes".

"Proponemos una solución que se adapte al difícil contexto actual, teniendo en cuenta las características específicas de cada grado. Proponemos que la evaluación continua tenga verdadero peso, que se priorice la realización de trabajos y tareas frente a los exámenes online". Y subrayan que "no estamos en contra de evaluarnos en un examen final, pero  sí que éste suponga la mayor parte de nuestra nota final".

El detonante que ha provocado esta carta y tantas adhesiones ha sido la negativa de la Universitat a negociar nada. La institución académica, según los estudiantes, afirma que "no se puede hacer nada al respecto". Los estudiantes creen que sí, porque en Euskadi, por ejemplo, se ha apostado por la evaluación continua.

Al tiempo ponen hincapié en recordar a la Universitat que no todo el mundo tiene acceso a un ordenador. "Aunque pueda parecer que estamos en un sistema completamente adaptado a las nuevas tecnologías, lo cierto es que existen hogares que aún no disponen de estas ventajas. Son justamente estos estudiantes quienes más dificultades puedan tener para sacar adelante el curso, repercutiendo en las citadas becas y el pago de segundas matrículas. La sensación que se nos está dando es de “todo por los estudiantes, pero sin los estudiantes”.

Y recuerdan que si ya cuesta mucho pagar la matrícula aún costará más tener que hacer frente a segundas y terceras matrículas. Ya este fin de semana pasado, l’Assemblea General d’Estudiants de la Universitat de València advertía de que el próximo curso las aulas universitarias podrían vaciarse porque muchos estudiantes no podrán pagar las tasas de la matrícula porque las pagan con lo que ganan en trabajos de verano. Mucho menos aún si además se dispara el número de suspensos.