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Energía

CNMC valida la resolución del Ministerio para el cierre de grupos en las térmicas de La Robla y Compostilla

Las eléctricas tienen 6 meses para el cierre y 4 años para proceder oficialmente al desmantelamiento

La CNMC da el visto bueno a la decisión del MITECO para el cierre de las térmicas de La Robla y Compostilla / RB

Ponferrada

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no plantea observación alguna a las propuestas de Resolución del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para el cierre de los grupos 1 y 2 de la Central Térmica de La Robla y los grupos 3,4 y 5 en la Térmica de Compostilla II, ambas en la provincia de León.

Así lo acuerda la CNMC en su informe de conclusiones que autoriza a Naturgy Generación, S.L.U. el cierre de los referidos grupos en la primera de ambas térmicas, en el término municipal de La Robla, y a Endesa Generación, S.A. la clausura también de los grupos indicados en Compostilla II, en Cubillos del Sil (León).

A partir de la autorización del Ministerio dispondrán de seis meses para su cierre, y de 4 años para el desmantelamiento completo de las instalaciones.

El proceso de cierre y, en su caso, desmantelamiento de una central de generación exige una serie de trámites previos, entre ellos el informe de Red Eléctrica de España (REE) en su calidad de operador del sistema eléctrico, antes de su autorización por el MITECO, cuando como en este caso la competencia corresponde a la administración estatal.

Además, la CNMC emite un informe preceptivo en el que analiza la propuesta de resolución del Ministerio y puede o no realizar observaciones a la misma. Para la clausura de cualquier central de generación eléctrica, las empresas titulares deben presentar un plan ordenado de cierre y la justificación económica para ello.

En el caso de Compostilla II, se plantea cerrar tres grupos de generación, que tienen suponen un total de 1.051,7 MW de potencia instalada y fueron puestos en marcha en la década de los 70 y los 80. En 2007 y 2015 ya se autorizó el cierre de otros dos grupos más antiguos.

En el año 2000 la central inició la co-combustión de carbón con coque de petróleo y la incorporación de carbones de importación. Además, progresivamente ha ido reduciendo el uso de carbón autóctono, cuya calidad ha empeorado en términos de contenido en azufre y cenizas. La central, a partir del 1 de julio de 2020, incumplirá los límites legales de emisiones y, por tanto, no podrá seguir en funcionamiento. Para adaptarla técnicamente, se tendrían que realizar fuertes inversiones.

Como consecuencia de las restricciones ambientales, la reducción de márgenes y el aumento de la generación mediante energías renovables, las instalaciones han tenido una escasa producción en los últimos años, según confirma el operador del sistema.

Por su parte, el Grupo 1 de la La Robla entró en servicio en 1971 con una potencia neta de 264 MW y el Grupo 2 en 1979 con una potencia neta de 355 MW. Entre los años 2000-2004 la central operaba, de promedio, 6.450 horas equivalentes a plena carga.

Sin embargo, durante los últimos cinco años, ha tenido un factor de utilización promedio de solo 2.780 horas equivalentes. En particular, en 2018, el Grupo 2 ha registrado 2.307 horas equivalentes de funcionamiento a plena carga (el Grupo 1 ninguna), lo que ha supuesto una producción de 819 GWh.

Según el análisis del operador del sistema, el funcionamiento de la central no se considera necesario para cubrir ninguna contingencia previsible ni en la red de transporte ni en la de distribución.

 
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