'Seguimos en casa'

Algeciras

Estamos a las puertas del ecuador de la primavera, aunque esta situación de estar confinados a veces nos resulte desesperante por muchas cosas que nos inventemos, la gente no va y viene a las playas, ni llenan los chiringuitos, y la mayoría no hemos cogido el moreno, ni hemos disfrutado entre agua y arena de la tortilla de patatas, la ensalada y el filete empanado.

En este gran proyecto de nuestras vidas, todas y todos estamos convencidos que nos merecemos el primer plano, incluso aquellos que se esconden e intentan pasar desapercibidos creen, desde su anonimato que cada minuto de sus existencias es distinto, y por tanto se esfuerzan en estrenarlos.

Buscamos agua en los desiertos exteriores, sin darnos cuenta que en la mayoría de las ocasiones los manantiales se encuentran en nuestros oasis interiores. Los niños ya han comenzado a salir acompañado de un adulto. ¿Cuántos voluntarios surgirán para pasear con los niños y niñas? Y a partir del día 2 de Mayo podremos salir a hacer deporte o pasear.

En el camino de estar en el candelero y ser centro de atención, acabamos convirtiéndonos en autómatas que realizan siempre lo que quiere el que pulsa el mando a distancia, sin que logremos hacer oír nuestra voz, ni hagamos sentir nuestra pasión.

Sin darnos cuenta y prisioneros de la vanidad, terminamos encarcelados en la jaula de oro de un poder que se convierte en sumisión, de un paraíso que no deja de ser un infierno de falsos colores

Transitamos sin parar, de un lugar a otro, pero seguiremos en casa, tratando de invertir en ganar no sabemos muy bien qué, nos olvidamos de ser nosotros mismos para transformarnos en clones que terminamos diciendo amen, cuando lo que quisiéramos es escribir nuestra propia novela, en este Día Internacional de la Danza.

No vale en este proceso, engañarnos en cultivar espejismos, por qué será la ruta de la equivocación y no apreciaríamos el valor de vivir nuestras propias experiencias, ni montarnos en nuestros coches fantásticos y no apreciar el valor de vivir nuestras propias vidas y poder poner fin a esta pesadilla.