Medidas contra la pandemia

Palencia

La pandemia del covid-19 es, con total seguridad, el hecho histórico del que más información se ha tenido nunca. Esto me lleva, en muchos momentos, a un nivel de desinformación bastante grande, ya que hemos visto cómo han ido cambiando las opiniones de los expertos y de los políticos al respecto de la extensión de la enfermedad y de cómo poder atajarla.

De todas esas noticias he podido llegar a la conclusión de que sólo existen una pequeña serie de recomendaciones en las que toda la comunidad científica está de acuerdo para que esta pandemia no nos alcance y que no dejan de ser las mismas que nos aconsejan, sin mucho éxito, año tras año frente a la gripe. Todas ellas son medidas de carácter individual y que podemos realizar sin que supongan un gran esfuerzo por nuestra parte.

Las podríamos concentrar en dos grupos: el higiénico y el social. En el ámbito de la higiene hay tres sencillas operaciones que nos protegen con facilidad. La primera es la limpieza frecuente de las manos, especialmente cuando hayamos tocado superficies o cosas que puedan estar contaminadas. En este caso el agua y el jabón son la mejor medicina y, en su defecto, los geles hidroalcohólicos.

La segunda es evitar tocarnos la cara con las manos, algo que hacemos con muchísima más frecuencia de lo que nos creemos. Hay que fijarse bien en nuestros gestos habituales e irles modificando poco a poco. La tercera es que cuando tosamos o estornudemos lo hagamos sobre un pañuelo de papel desechable o sobre la parte interior del codo, con el fin de no extender al aire y a los objetos el virus.

En el ámbito social sólo existe una medida que probablemente sea la más eficaz de todas, el distanciamiento. Ahora podemos comprobar, cuando salimos a la calle, como la gente busca generar espacios entre las personas, incluso cambiándose de acera, hablando con conocidos a grandes distancias, rechazando cualquier contacto corporal, etc. Que esto ocurriera en España era impensable hasta hace muy poco tiempo y ha venido para quedarse, muy probablemente, de forma permanente.

Un ejemplo sobre el distanciamiento que me llamó mucho la atención fue ver una manifestación que hubo el otro día en Israel, donde todos los manifestantes guardaban respetuosamente una separación entre sí de dos metros. Por el contrario, todos los días, desde que estamos confinados, podemos observar en la televisión, especialmente a las ocho de la tarde, cómo nuestro excelente personal sanitario recibe, su merecidísimo homenaje, sin respetar, por lo general, esta medida. Ellos saben mejor que cualquiera de nosotros que es lo que tienen que hacer para protegerse, por eso les ruego que nos den ejemplo en este sentido y no se dejen llevar por la euforia del momento.