Luis Gil, el Mercado y cómo cambiar de mentalidad por culpa de una Pandemia

La Línea de la Concepción

Lleva más de 40 años detrás de un mostrador. Ha vivido mil historias, ha visto prácticamente de todo... Pero obviamente, no esperaba, como ninguno de nosotros, que una pandemia como la que estamos sufriendo marcara tanto su día a día.

Luis Gil, carnicero de 58 años en el Mercado Municipal de La Línea de la Concepción, es uno de esos trabajadores esenciales en estos tiempos de confinamiento. Reconoce que las ventas no han bajado “tanto como se temía”, pero que los primeros días fueron realmente “duros desde el punto de vista humano”

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A Luis Gil le han impactado muchas historias de sus clientes. Pero lo que más, la de una persona mayor a la que le lleva la compra a diario. Ella dice que esto es lo más parecido al final de una guerra. “Las personas mayores ven todo esto con otro prisma. Hay una señora a la que le llevo la compra y me asegura, por su avanzada edad, que esto le recuerda a una posguerra. La verdad es que entiendo que este tipo de personas deben estar pasándolo peor que nosotros”.

Historias como estas le han cambiado la mentalidad. Luis Gil cree que todo esto nos hará más humanos; preocuparnos por lo verdaderamente importante. “Yo, de hecho, ya he empezado a preocuparme por las cosas que realmente merecen la pena. Ahora se van las cosas de otra forma”, asegura este carnicero que no ha dejado de trabajar ni un solo día y que lo más atemorizado tenía era el riesgo de contagio. “No solo por mi sino por mi familia. Pero afortunadamente te acostumbras a tomar ciertas medidas para evitar cualquier tipo de amenaza”.

Luis Gil tiene un mensaje de esperanza: “El ser humano saldrá de esta por su propia naturaleza. Es fuerte y es ley de vida”, sentencia.