Jorge Olcina: "El calor ayudará a frenar contagios, pero a partir de julio"
El experto climático señala que ha sido la acción humana la que ha provocado la expansión del coronavirus, y ha relegado la climatología a un factor muy secundario

Valencia
El catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante y presidente de la Asociación Española de Geografía (AGE), Jorge Olcina ha explicado en el programa Hoy por Hoy Comunitat Valenciana que hay que ser muy prudentes cuando se habla de la relación del calor y el coronavirus. Es cierto que hay estudios recientes apuntan a la dirección de que el calor climático elevado podría frenar el contagio de la COVID-19, pero el factor fundamental de tramsisión es el ser humano. Se ha transmitido en primer lugar en latitudes medias, entre 30º y 50º de latitud norte, y en época de invierno en nuestro hemisferio norte. No se debió a la circulación del viento en la atmósfera, ni al reparto de humedad, sino a la acción humana.
Olcina recuerda que el mes de febrero fue anormalmente caluroso en nuestro país, y ese elemento fue fundamental para la transmisión del virus, de modo que, en ese caso, el calor tuvo el efecto contrario, ayudó a propagar el virus. Por eso la primera causa de la expansión de la pandemia es, insiste Olcina, la acción humana. Las condiciones climáticas son un factor muy secundario.
Sin embargo Olcina señala que todo apunta a que con la llegada de un calor continuado por encima de los 30ª y con una radiación intensa, el contagio será menor. Pero para eso necesitamos que las temperaturas se mantengan por encima de los 30 o 35ºC, que es el umbral a partir del cual la transmisión es menor, según apuntan algunos estudios. De modo que habrá que esperar a finales de junio o julio para que esto ocurra. Por este motivo, Olcina recomienda no bajar la guardia estos días pese al calor de este largo fin de semana.
Concluye Olcina que lo que ha provocado la expansión del coronavirus hasta desencadenar la actual pandemia es la acción humana (viajes y desplazamientos), y no el movimiento del aire en la atmósfera, como se ha especulado. De hecho, si fuera así, dice Olcina, se habría porpagado desde China hacia Estados Unidos, ya que el viento circula en sentido contrario a la expansión de la pandemia.




