'El habla analuza de la ministra'
Algunos de arriba de Despeñaperros admiten que el habla andaluza sea utilizada por las chachas de comedias españolas
La Firma de Antonio Pérez Girón: 'El habla andaluza de la ministra'
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San Roque
Algunos de arriba de Despeñaperros admiten que el habla andaluza sea utilizada por las chachas de comedias españolas (a veces por no andaluces y exagerando una forma de hablar que no conocen). Sin embargo, no les gusta que una ministra -es un escalafón muy alto- se exprese como habitualmente lo hace un originario de la Bética, con sus variados acentos territoriales que enriquecen una ancestral cultura. El novelista y académico Pérez Reverte ha dicho que la forma de hablar de la ministra de Hacienda María Jesús Montero tendría más que ver con la vulgaridad y el bajunerío al responder a una intencionada pregunta de un tuitero. El escritor aclaró su desafortunada afirmación pero este hecho -tantas veces repetido-, de denigrar el habla de un pueblo, esconde el sentimiento, por parte de políticos, periodistas, escritores y ciudadanos normales de rechazo a aquello que se considera impropio porque es diferente.
La mofa y el agravio hacia la cultura andaluza, repito, no es nueva. Rememoremos algunas de estas perlas de personajes de la política, la mayoría con cargos públicos cuando las dejaron caer: Vidal-Quadras (fundador de Vox) calificó a Blas Infante de "cretino integral"; Ana Mato (eurodiputada del PP): "lo niños andaluces son prácticamente analfabetos"; García Tejerina (ministra del PP): "en Andalucía lo que sabe un niño de diez años es lo que sabe uno de ocho en Castilla-León"; Monstserrat Nebrera (diputada del PP) refiriéndose a la ministra socialista Magdalena Álvarez: "tiene un acento de chiste"; Odón Elorza (diputado del PSOE) dirigiéndose a la diputada de Podemos Noelia Vera: "para ser andaluza eres más educada que yo". Y podría continuar con esa antología del desprecio hacia lo andaluz, que no puede pasar por alto y debe ser contestado, reivindicando nuestra cultura, la de nuestros padres y nuestros abuelos. Porque tras esos comportamientos subyace el considerar a Andalucía una comunidad subordinada, de hombres y mujeres incultos.
A la señora Montero se le podrá criticar por su actuación política pero no por hablar andaluz. Me viene a la memoria el autor de la Antología de las Cortes de Cádiz, Rafael Comenge cuando al mencionar al diputado campogibraltareño -gaditano por tanto- Terrero Monesteiro, y tras criticarle por sus intervenciones parlamentarias, añadía que "citaba el latín con el dulce ceceo de los andaluces".