El cazador cazado o tres infracciones en una

RIBERA DEL DUERO

La Guardia Civil sorprende a un vecino de Madrid cazando en un paraje de la Ribera del Duero. El individuo, de 57 años, no sólo infringía la prohibición de ejercer la caza, actividad actualmente suspendida, sino que incumplía el confinamiento y la limitación de movimientos al desplazarse desde la capital de España.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de abril en un terreno cinegético cuando una patrulla de la Guardia Civil localizaba un vehículo todo terreno estacionado en un paraje, alejado de la localidad más próxima. Los agentes vigilaron discretamente la zona y trascurrida más de una hora de espera, ya con apenas luz diurna, divisaron una persona que salía caminando del monte y se dirigía hacia el vehículo; sobre el hombro portaba un arma larga y transportaba también una mochila y unos prismáticos colgados del cuello.

Fue interceptado a la altura del vehículo y tras un somero registro a su interior, fue localizado, tapado bajo una chaqueta y una mochila, un rifle de caza del calibre 300 WM, provisto de un visor.

El arma se encontraba fuera de su funda y estaba cargada con tres cartuchos, por lo que estaba dispuesta para su uso. Además de carecer de la autorización en regla para ejercer la caza en el terreno cinegético donde se encontraba, al estar dicha actividad suspendida en la provincia, se daba la circunstancia de que como lugar de residencia habitual figuraba un domicilio de Madrid.

Adicionalmente a las infracciones en materia de caza, ha sido propuesto para sanción administrativa por incumplir el confinamiento y la limitación de desplazamientos propuestos con motivo del COVID-19, hechos que han sido puestos en conocimiento de las distintas autoridades competentes. El arma junto con su guía de pertenencia ha sido intervenida y depositada.