Sociedad | Actualidad
Contaminación atmosférica

La contaminación en las capitales vascas baja un 50% desde el comienzo del estado de alarma

Es la principal conclusión del informe elaborado por Ekologistak Martxan que ha analizado varias ciudades españolas

La contaminación en las capitales vascas ha bajado un 50% / Archivo

La contaminación en las capitales vascas ha bajado un 50%

Bilbao

El informe elaborado por Ekologistak Martxan analiza los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 129 estaciones de medición, repartidas entre las 26 principales ciudades del Estado español (todas las mayores de 150.000 habitantes con más de una estación), durante los meses de marzo y abril de 2020 y de los diez años anteriores. Presenta por tanto una foto fija de la calidad del aire urbano antes y después de la declaración del estado de alarma y las medidas de confinamiento, actualizada a 30 de abril.

Las principales conclusiones:

Desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo se ha producido una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por NO2 en las principales ciudades españolas, reducción que se ha cuantificado en un 58% de los niveles de contaminación habituales en estas fechas durante la última década.

Además, la mejora de la calidad del aire está siendo general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación adoptadas. Tampoco se aprecian diferencias significativas entre las diversas prórrogas del estado de alarma, en las que se han aplicado restricciones de diversa intensidad, si bien la caída de la contaminación ha sido algo superior en el promedio del mes de abril (60%) que en la segunda quincena de marzo (55%).

Euskadi

Territorialmente se aprecia una menor reducción de la contaminación en las ciudades de la cornisa cantábrica, debida quizás a factores meteorológicos no bien precisados. En cambio, las ciudades del litoral mediterráneo son las que más han rebajado los niveles de NO2, hasta concentraciones en ocasiones propias de estaciones rurales de fondo.

Las reducciones han aumentado aún más si cabe en abril, alcanzando, de media, el 58% en Vitoria-Gasteiz, 49% en Donosti y 46% en Bilbao, siendo en vías importantes como la Avenida Gasteiz, Easo y Ategorrieta y María Díaz de Haro donde más se aprecia esta disminución.

Las mayores reducciones a nivel estatal se han producido en las ciudades de Alicante (72%) y Valencia (69%), y las menores en Oviedo (42%) y Zaragoza (45%). Madrid ha rebajado los niveles de NO2 el 59% y Barcelona el 62%, de promedio. Las redes de medición de las ciudades son muy dispares, por lo que sus datos no pueden compararse con completo rigor.

Las precipitaciones y la inestabilidad atmosférica predominantes durante la primavera también han contribuido de manera importante a mejorar la calidad general del aire. Este ha sido el abril más lluvioso desde que se tienen registros. Marzo fue también muy húmedo.

El NO2 provoca cada año en España alrededor de 7.000 muertes prematuras, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones. Diversos estudios están relacionando la mortalidad de la enfermedad COVID–19 con la contaminación atmosférica.

La crisis de la COVID–19 demuestra que la reducción estructural del tráfico motorizado y los cambios en las pautas de movilidad son la mejor herramienta para rebajar la contaminación del aire en las ciudades, aún teniendo en cuenta la excepcionalidad de la situación extrema que estamos viviendo.

Paradójicamente, la salida de esta dura crisis podría conllevar el aumento de la contaminación atmosférica por encima de los niveles precedentes. Por ello, para la desescalada en curso, Ekologistak Martxan propone mantener buenas prácticas como la compra de proximidad, el teletrabajo voluntario, la administración electrónica o el escalonamiento de horarios laborales.

De manera inmediata, debe potenciarse la movilidad activa peatonal y ciclista, cediendo más espacio para estos medios y estableciendo el límite de velocidad urbana en 30 kilómetros por hora. El transporte público es esencial para la movilidad urbana, por lo que debe garantizarse su viabilidad con una ley de financiación. Una vez superada la crisis, debería acelerarse la implantación en las ciudades de zonas de bajas emisiones ambiciosas.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00