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Cuando el campeonato escolar de pelota en Vitoria lo organizaba una sociedad gastronómica

En nuestras historias antiguas de Álava damos cuenta de un torneo deportivo escolar que fue organizado, sorprendentemente, por una sociedad cultural y gastronómica en los años 80

Parte del equipo organizador / IÑAKI ARMENTIA

Vitoria

Hoy está asumido que las competiciones deportivas sean desarrolladas por las federaciones o por entidades deportivas, pero no siempre fue así, y hubo algunas excepciones en Araba/Álava, como la que aquí contamos referida a la pelota vasca en la modalidad de mano por parejas.

Uno de los primeros torneos escolares de pelota se jugó en 1978, siendo el responsable del mismo el entonces miembro de la Federación Alavesa de Pelota Vasca, Antonio Aramendia, que con el tiempo sería juez de cancha y presidente del Colegio de Jueces, y que como tal participaría en el Campeonato del Mundo de Pelota Vasca celebrado en Vitoria-Gasteiz en 1986, con gran éxito.

Transitoriamente Antonio dejó la Federación poco después y se interrumpió aquella interesante competición. En 1980 el campeonato se recuperaría, organizado en este caso por un ente privado.

La Sociedad Cultural Recreativa Ametza se había creado en 1971 y un año después contaba con local propio, donde sus miembros se inspiraban día a día en los fogones, con sus recetas culinarias. Esta sociedad veterana es muy conocida, puesto que junto con otras, organizó la tamborrada que salió por vez primera en Vitoria, la víspera de San Prudencio en 1975. La mayoría de los socios en sus inicios eran guipuzcoanos, venidos a Gasteiz en el boom industrial de la ciudad. Muchos de ellos compartían su afición a un deporte: la pelota vasca.

En una reunión de la sociedad plantearon la posibilidad de organizar el torneo escolar de pelota y dar vida de nuevo al campeonato aparcado por la Federación. En palabras pronunciadas entonces por Roberto Zubia, uno de los promotores de la idea, “era necesaria una competición". "Los chavales se aburrían, continuamente entrenando en los centros escolares sin disputar un campeonato, que era un atractivo acicate para ellos”.

De la primera edición de 1980 organizada por Ametza, tenemos unicamente el dato de que participaron un total de 86 pelotaris, pertenecientes a los centros escolares de San Viator, Escolapios, Corazonistas y Urgatzi (Ikastola Olabide). La sociedad Ametza corrió con el pago de una parte importante de los gastos originados por el torneo.

En 1981, se disputó la segunda edición, recibiendo los organizadores en este caso, una pequeña ayuda en material. Zubia nos daba entonces los detalles al respecto: “El año pasado cada equipo tuvo que adquirir las pelotas con las que iban a jugar. En esta edición la ayuda de la Federación no ha sido mucha, ya que unicamente nos han entregado dos pelotas para cada equipo. La ayuda recibida es mínima”.

Se constituyó un comité organizador del que formaban parte pelotazales ilustres de prestigio totalmente involucrados: Lucio Aguinagalde, miembro de la junta de Ametza; Alberto Bengoa, ex pelotari, que años después en 1986 conseguiría como presidente de la federación alavesa, traer a Vitoria el Campeonato del Mundo de Pelota Vasca; Amancio García, juez de cancha, que coordinó la plantilla de jueces destinados a controlar los partidos en todos los frontones; Rodolfo Madrid, pelotari profesional, que fue campeón del mundo en Montevideo en 1966; Roberto Zubia, “motor” del grupo organizador, que enviaba a cada cancha un delegado para estar pendiente del normal desarrollo de los partidos, y recoger los resultados; y muchos mas colaboradores desinteresados, de los cuales lamento no recordar su nombre.

Una parte de aquel equipo organizador lo podemos ver en la imagen que se reproduce en el encabezamiento de esta historia, obtenida el día de las finales del torneo, en la que posaron junto a la bandera de Ametza.

La participación ese año aumentó y fueron doscientos los pelotaris que jugaron el torneo, añadiendo a los centros escolares del año anterior los de Menesianos (Nanclares de Oka), San Ignacio, Marianistas, Iturribero (Ikastola Ikas Bidea de Durana), Calasanz y López de Torre.

Para el desarrollo de la competición utilizaron las canchas 4 y 5 del complejo de Mendizorrotza, disputándose una liga a lo largo de siete meses. Inicialmente tuvieron que satisfacer el alquiler de los frontones con dinero de la sociedad, si bien finalmente por medio de la Federación se consiguieron utilizar de forma gratuita.

Todos los lunes había reunión en Ametza, para analizar la marcha del torneo en cada jornada. Allí estaban presentes los delegados de los equipos de los centros escolares y las personas que acudían a los frontones y controlaban el campeonato. Tras el correspondiente análisis, eran invitados a una merienda-cena, elaborada por los expertos sukaldaris de la sociedad.

Los domingos por la tarde se tenían todos los resultados y clasificaciones y eran enviados a los medios de comunicación, que los publicaban.

Entonces yo era colaborador en la información deportiva de pelota en Radio Vitoria, y recuerdo perfectamente, que dábamos cuenta de todos los resultados los domingos por la noche. Ángel Izaguirre Erostarbe, “mi jefe” en la emisora, decía acertadamente que no solo el Baskonia en baloncesto y el Alavés en fútbol eran importantes; que tan interesantes o más eran las competiciones de carácter aficionado en todos los deportes, a las que había que dedicar el tiempo que merecían.

En la competición de este torneo escolar, como se ha indicado, se disputó una liga en cada una de las categorías, dando paso a semifinales a los mejores clasificados, disputando las finales los vencedores de éstas.

Normalmente a los perdedores en las semifinales, se les deja en la cuneta y no hay ninguna distinción para ellos. Sin embargo en este campeonato, se disputaron partidos para tercer y cuarto puesto, al considerar que en las edades mas jóvenes, se tenía que premiar a más participantes. Hubo por tanto distinciones, para las cuatro primeras parejas clasificadas en cada categoría y las correspondientes txapelas para los campeones, como es de rigor en Euskadi.

Las finales de aquel torneo Ametza se celebraron el sábado 25 de abril en el mejor escenario por excelencia: el frontón Ogueta de Vitoria-Gasteiz. El graderio estuvo animadísimo, con la asistencia de amigos, profesores y familiares, de los protagonistas en la cancha.

En la pelota existe un personaje al que de siempre se le ha llamado “botillero”, cuya palabra viene dada, por ser la persona que en la cancha facilitaba al pelotari agua para calmar la sed en una “botilla” – botella en euskera -, durante el desarrollo de los partidos. Cumplía y cumple además otras funciones muy importantes, al igual que en otros deportes: analizar los partidos antes de celebrarse, asesorar técnicamente durante la disputa de los mismos, aconsejar respecto a la pelota mas idónea para favorecer a su pupilo, y también tratar de elevar su estado anímico en los momentos difíciles.

Los botilleros de aquellos niños de la jornada final del torneo escolar fueron padres, profesores o pelotaris aficionados que se afanaron en dar el asesoramiento adecuado a sus patrocinados, como si de profesionales se tratara, para obtener el mejor resultado.

Quede constancia de los marcadores registrados en aquella jornada de clausura, vivida con gran intensidad.

FINALES

BENJAMINES: Martínez - Rodrigo (Urgatzi), 16; Guinea - González (Urgatzi), 6.

ALEVINES: Herrería - Tamayo (López de Torre ), 18; Asurmendi - Legarda (San Ignacio) ,6.

INFAN TILES: Rubio - Fuentes (Menesianos), 16; Marimón - Martínez (Marianistas), 18.

CADETES: Lezeta - Martínez (Urgatzi), 13; Asla - Ruiz de Alegría (Marianistas), 18.

TERCER Y CUARTO PUESTO

BENJAMINES: Berasategi - Ortiz de Mendibil (San Ignacio), 16; Llanos – Arkaia (Iturríbero). 15.

ALEVINES: Crespo - Álvarez (San Ignacio), 18; Unzalu - Urtaran (San Víator), 7.

INFANTILES: Nanclares - Caballero (San Viator) 11; Vadillo –-Álvarez (San Ignacio),18.

CADETES: Castillo - Ruiz de Gauna (Corazonistas), 18; Asurmendi - Corres (San Ignacio), 14.

En esa jornada final participó Hektor Llanos Burguera, como integrante de la pareja de benjamines de Iturribero de la Ikastola Ikas Bidea de Durana, persona que hoy tiene 48 años, y que entonces estaba a punto de cumplir nueve. Es un deportista que posteriormente compitió en triatlón, obteniendo una medalla de plata en el Campeonato de Europa celebrado en el año 2007. Es hermano del también famoso triatleta Eneko Llanos Burguera.

Reproducimos una fotografía de los pelotaris, protagonistas de aquella jornada, con las txapelas y trofeos conquistados. Algunos de ellos estarán hoy cerca de celebrar la fiesta de los cincuentones, y otros habrán sobrepasado esa edad. Podrán dar la correspondiente “batallita” a sus hijos/as, rememorando aquellos tiempos gloriosos de su juventud, aprovechando las largas jornadas en familia que estamos pasando a consecuencia del maldito “bichito” que nos acecha

Pelotaris de la jornada final del torneo / Iñaki Armentia

 
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