Los funcionarios de Mansilla advierten del colapso de las UCI si el virus entra en la cárcel

Ponferrada

Los funcionarios de prisiones han pedido al director de la cárcel de Mansilla que se les dote de mascarillas FFP2 y que se les realicen test a todos. Es la exigencia que han transmitido durante la celebración este mediodía del comité de Seguridad e Higiene.

Es un requerimiento al que llegan después del silencio al que les tienen sometidos y del temor con el que van a trabajar con una simple mascarilla quirúrgica y con mucha gente ya en la calle. Sin embargo, el director José Cendón, dice que la prueba de que las cosas se han hecho bien es que ni uno solo de los 700 reclusos han resultado contagiados.

Pero los sindicatos advierten de que si se enciende la mecha dentro, con una población de reclusos afectados por numerosas patologías, "la cárcel se convertirá en un escenario similar a las residencias de ancianos y colapsarán las urgencias", indica el representante de los funcionarios, Juan Carlos Gavilanes, que explica que no sólo tendrán que entrar en la UCI los contagiados sino también los policías nacionales que tengan que custodiarlos. "Sólo los test nos permitirán, como dice la OMS, evitar esta situación que sería muy peligrosa", añade.

Ambas partes sí que están de acuerdo en que la profesionalidad de los funcionarios ha evitado que los cinco de plantilla que resultaron contagiados se hayan quedado en casos aislados. Eso, ha permitido que los presos no tengan que recortar su movilidad.  Dentro de muros, se evita el contacto entre módulos pero salen igual al patio y realizan sus actividades. Su concienciación también ha sido crucial para que en estos momentos, además, el índice de conflictos haya incluso disminuido y no se haya producido ningún incidente grave.