Los cuatro mercadillos de Alicante reabren en la desescalada con mucha cautela, seguridad y menos afluencia

Alicante

El primer día de reapertura de mercadillos en la ciudad de Alicante tras el confinamiento, este 7 de mayo, se ha hecho siguiendo fielmente la normativa de seguridad por parte de vendedores y clientela.

Tanto en Teulada, como en Babel, Benalúa y Carolinas se han colocado dispensadores de hidrogel en los puestos y se han puesto a disposición del público mascarillas y guantes por parte de Cruz Roja, que se encargaba de distribuirlas y de informar, aunque la mayoría venía provisto de todo el material desde casa.

Varios agentes de la policía local vigilaban que la clientela entrara y saliera por los cordones habilitados para acceder a los escasos puestos de alimentación que tienen permiso para instalarse.

En el caso de Carolinas son diez repartidos en dos calles, para guardar la distancia de seis metros entre puestos y el sábado se alternarán con la decena que no se ha instalado hoy. Desde las seis de la mañana se han ubicado los toldos y los clientes, la mayoría provistos desde casa con sus propios EPI, se cuidaban de no tocar el género aunque no siempre guardaban la distancia de dos metros que la policía se encargaba de recordarles.

Para los vendedores, aunque noten la merma de afluencia por la crisis sanitaria, ha sido un alivio volver a dar el servicio y así lo explicaban éstos y los clientes a Radio Alicante.

Desde el Ayuntamiento destacan, igualmente, el éxito de la reapertura de este jueves y del control de acceso. La edil de Comercio, Lidia López, ha aprovechado para ofrecer algunas recomendaciones de cara al sábado, que será el próximo día de apertura de mercadillos.

En Benalúa se instalarán 21 puestos cada semana, en Carolinas esos diez, en Babel hay un total de 33 puestos autorizados y en Teulada hasta 117 vendedores.

El plan establece que los puestos de venta estén separados por una vía de tránsito y con una distancia mínima entre ellos de 6 metros, permitiendo una separación mínima de 2,5 metros entre los laterales. Los vendedores tienen que respetar entre sí una distancia mínima de 2 metros, y en caso de que las medidas del puesto no lo hagan posible, queda restringida la actividad a un solo vendedor. Además, debe respetarse la distancia de 2 metros entre el puesto de venta y la clientela.