Gusandanos, un pueblo sin almas
Apenas 2 viviendas habitables y la pequeña iglesia se salvan de la ruina de este anejo vacío de Rosinos de la Requejada
Rosinos de la Requejada
El Instituto Nacional de Estadística, el INE, dice que Gusandanos tiene 0 habitantes. Es un pueblo sin almas. Un pueblo fantasma. Lo quisimos confirmar y, efectivamente: en Gusandanos no vive nadie.
A Gusandanos se puede llegar desde Anta de Rioconejos y desde Rosinos de la Requejada, pasando el cruce de Villarejo de la Sierra.
La pequeña iglesia, que más recuerda una pequeña ermita, está a un lado de la carretera, en alto, y el pueblo al otro, en una ligera pendiente. Por cierto, la iglesia tiene el hueco de la campana vacía. En Villarejo nos contarían que la campana la quitan para que no la roben.
En el pueblo apenas se aprecian un par de edificaciones acondicionadas para vivir, con puertas y ventanas cerradas a cal y canto. Al lado de una de ellas, bajo el corredor de una vieja balconada de madera típica de la zona, vemos un pequeño aro de baloncesto que permite intuir que en época vacacional por allí hay o hubo algún menor.
El resto del pueblo es prácticamente una ruina. Un pueblo fantasma, comido por la maleza en muchos edificios, donde casi no se ven ni pájaros, aunque algún trino sí suena junto con el rumor de las hojas de un gran cerezo al ser golpeadas por el viento.