"Decisiones improvisadas con la desescalada ponen en riesgo el mantenimiento del empleo"

Valencia

La decepción de que la desescalada se haga de manera asimétrica en la Comunitat Valenciana ha sido también mayúscula en la patronal autonómica. El presidente de la CEV, Salvador Navarro, cree que la medida supone un fraude moral y económico que ahondará en la crisis que está sufriendo la Comunitat y sus empresas.

Navarro pide al Gobierno que se replantee la decisión y a la Generalitat que explique porque decía que cumplíamos todos los parámetros para entrar en la fase uno, pero seguimos en la mayor parte de la Comunitat en la fase cero.

Navarro asegura que una vez más se comprueba que "no se pueden tomar las decisiones en el último minuto, sin planificación, sin posibilidad de reacción para las empresas". De hecho, recuerda que algunos comercios o restaurantes, después de oír los mensajes optimistas de la Generalitat, habían comenzado a preparar sus negocios, incluso ya habían sacado a los empleados del ERTE para afrontar el regreso a la actividad. Ahora tendrán que asumir los costes que conllevan estos preparativos mientras siguen sin poder avanzar en el proceso de desescalada.

La CEV espera conocer el plan de desescalada presentado por la Generalitat y los indicadores que han pesado en la decisión tomada desde el Ministerio de Sanidad.

“Una decisión como ésta aumenta el daño económico provocado por la crisis, disuade a muchas empresas a la hora de asumir riesgos para volver a la actividad y aleja la posibilidad de mantener el empleo ante las constantes improvisaciones y falta de certidumbre”, ha señalado el presidente de la CEV, Salvador Navarro.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de València, José Vicente Morata, insiste en el perjuicio que supone la medida para las empresas que se estaban preparando para abrir debido a las expectativas generadas por la Generalitat.

Inseguridad jurídica

La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) pone el acento en la "inseguridad jurídica a la que se enfrentan las empresas del sector empresarial hostelero en estos momentos ante la incertidumbre del plan de desescalada y las fases", y han criticado que se han enterado con 48 horas que "finalmente no podrán retomar la actividad el próximo lunes día 11 de mayo".

"Hay que asumir lo que conlleva la reapertura para un negocio de hostelería (personal rescatado del ERTE, compras de materias primas, acondicionamiento del local, inversiones en la desinfección y limpieza) costes que ya son en este momento difícilmente asumibles por el empresario, y que ahora serán irrecuperables", han manifestado.

A juicio de la FEHV, en estos momentos, los propietarios de establecimientos de hostelería, un tejido empresarial compuesto en su mayoría por autónomos, micropymes "se encuentran totalmente desprotegidos".