Araceli Sánchez y el coronavirus desde un Taxi
Algecireña y taxista, espera que esta crisis "nos haga menos egoístas"

Araceli Sánchez y el coronavirus desde un Taxi
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Algeciras
Fue una de las tres primeras mujeres algecireñas en dar el salto al mundo del Taxi. Un gremio que, sin tener una explicación convincente, siempre estuvo históricamente vinculado a los hombres. Pero Araceli Sánchez es una mujer valiente y no lo dudó. Junto a su marido, inició una aventura profesional que ha saldado con éxito y que ya ha cumplido 15 años. Tiene que dar muchas vueltas al cabo del día para llevar un sueldo a casa pero lo hace. Y además con una sonrisa en la boca como compañera de viaje.

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Su valentía no ha quedado interrumpida en estos dos últimos meses pero sí alterada. Porque reconoce que tiene miedo al coronavirus. No por ella sino por sus familiares: “No me permitiría meter la enfermedad en casa. Convivo con personas de riesgo y llegar a casa sí me produce miedo, la verdad. Extremo todas las medidas y me aseo cuando llego… Pero el riesgo siempre está ahí”, dice con voz entrecortada.
Sus días pasan largos porque las esperas en las paradas para montar a un cliente “son eternas”. “Hay menos trabajo, claro. Lo hemos notado”, lamenta. Pero quizás lo más duro sea haber mantenido conversaciones con personas que conoce desde hace tiempo y que lo están pasando realmente mal: “He llevado en el taxi a personas que no tienen para comer. Les llevas a Cáritas a por comida y se te encoje el corazón”.
Araceli Sánchez desvela que son por las personas mayores por las que peor lo ha pasado en estos casi dos meses de confinamiento: “Psicológicamente lo están pasando muy mal. Les puede dejar secuelas porque son personas de riesgo que tienen miedo”, subraya.
Esta taxista de Algeciras, una de las esenciales de un trabajo esencial, también señala directamente cual es la clave para salir adelante, una vez que la pandemia comience a remitir. “Esto nos puede hacer mejores personas. Ser menos egoístas y ayudarnos mutuamente”.




