Menos autobuses y más coches

Valencia

La Empresa Municipal de Transportes afronta una semanas decisivas. Al hundimiento de los ingresos por la caída del pasaje en estos casi dos meses de estado de alarma se le une la enorme incertidumbre futura. Sin colegios, sin universidades, y con una economía que va a relentí por el confinamiento, la caja de la EMT se resentirá profundamente y parece inevitable que el Ayuntamiento salga al rescate.

A esto hay que añadir otro elemento de mayor calado: el miedo instalado entre los usuarios habituales por contagiarse y que aboca a que se opte por el coche como medio de transporte con menos riesgo. Sí, esta crisis que había reducido la contaminación hasta extremos desconocidos nos trae ahora un importante retroceso en materia de movilidad sostenible. El fenómeno merece una reflexión.