Una parte de la provincia entra en la nueva fase de desescalada

Zamora

Alrededor de 18.000 habitantes de la provincia han abandonado las restricciones de la fase 0 de la desescalada, para incorporarse a la fase 1 en la cual los bares pueden poner las terrazas, podrán reunirse grupos de hasta 10 personas o los comercios no necesitan ofrecer sus servicios a través de la cita previa. Este lunes las zonas básicas de salud de Aliste, Alba, Corrales del Vino, Tábara, Carbajales de Alba, Valle de Vidriales y Villalpando se incorporan a esa nueva fase que deberá llevar a esa tan ansiada nueva normalidad.

Una terraza en San Vitero

Gustavo ha abierto este lunes por primera desde que se decretó el estado de alarma vez su bar; el “12,34” de la localidad alistana, y han regresado los mimos clientes de siempre. Un reencuentro esperado que se afronta “como el primer día, cuando abrí el bar hace seis años”. Los parroquianos han sido un gran apoyo, según asegura este hostelero, para volver a levantar la persiana.

Adaptar el local a las nuevas medidas de higiene ha exigido un gasto extra en geles hidroalcohólicos, guantes o mascarillas, una inversión necesaria para que el negocio continúe y que Gustavo da por amortizado con el objeto de que poco a poco se vaya retomando la actividad que se registraba en este establecimiento antes de comenzase la pandemia.

Pasar de fase, a pesar de los contagios

La incorporación de la zona básica de salud de Corrales del Vino fue una sorpresa. Con 10 contagios por COVID-19 en los últimos 7 días, su inclusión entre las zonas que pasarían a la zona 1 no era del todo segura. Finalmente la propuesta de la Junta de Castilla y León que incluía a la zona básica que agrupa a los municipios de Cabañas de Sayago, Casaseca de Campean, Corrales, Cubo del Vino, Cuelgamures, Fuentespreadas, Jambrina, Mayalde, Peleas de Abajo, Peñausende, El Piñero, Santa Clara de Avedillo y Villanueva de Campeán.

El alcalde de Corales, Mario Castaño, asegura que el cambio de fase está provocando cierta sensación de inseguridad entre la población. “Está siendo un poco caótico todo”, asegura Castaño, que los vecinos están siendo prudentes pero hay cierto miedo a que se produzca un repunte de los contagios.

“No se están notando demasiados cambios hoy en el pueblo”. El alcalde asegura que a pesar de haber cambiado de fase, los cambios no serán especialmente grandes dado los pueblos de menos de menos de 5.000 habitantes no tenían franjas horarias para salir a la calle.

Mario Castaño, asegura que los nuevos contagios tienen preocupada a los vecinos, a los que se les ha pedido que no acudan a la tradicional romería del Día de San Isidro, “no sabemos en qué se va a convertir aquello”, de hecho, el ayuntamiento se está planteando precintar el parque donde se realiza la celebración.