El Sporting vuelve a Mareo entre grandes medidas de seguridad

Gijón

A las nueve de esta mañana, las puertas de la Escuela de Fútbol de Mareo volvían a abrirse. 59 días habían pasado desde la última vez que lo hicieron. Ahora todo es diferente. Los jugadores del Sporting han acudido a su centro de trabajo de una forma totalmente distinta a la vida anterior a la pandemia. Cada uno en su coche particular, con la ropa deportiva puesta desde su casa y sin posibilidad de pasar por el vestuario. Al llegar a Mareo accedían por una puerta diferente a la de salida. Allí se encontraban la bandera del Sporting colgada a media asta y un punto de encuentro donde recogían la ropa del día siguiente, convenientemente precintada. Y, a partir de ahí, a entrenar. Sin ninguna baja, ya que las pruebas PCR y de anticuerpos a la que fueron sometidos la semana pasada todos los futbolistas profesionales no depararon positivo alguno en el Sporting.

Los entrenamientos, ajustándose al protocolo marcado por LaLiga, son individuales y escalonados en esta primera fase de desescalada futbolística. Los campos 4 y 5 de Mareo acogían durante toda la mañana a no más de tres jugadores al mismo tiempo, sin contacto entre ellos, ni siquiera a través del balón. Una pelota por futbolista.

El delantero Uros Djurdjevic fue el primero en llegar a las instalaciones. El serbio ha sido padre durante el confinamiento, por segunda vez. En diferentes tramos horarios fueron llegando los 27 futbolistas seleccionados por Djukic para afrontar el tramo final de temporada, que según la previsión más optimista podría arrancar el 12 de junio. No será fácil, admitía el presidente de La Liga Javier Tebas en Movistar, pero ese es el escenario más favorable sobre el que se está trabajando. Lo que sí dejó claro Tebas es que Primera y Segunda arrancarán en la misma fecha y que, para La Liga Smartbank se mantiene el sistema de playoff previsto para los clasificados entre el tercer y el sexto puesto (el Sporting está a cinco puntos de la sexta plaza). A diferencia de la máxima categoría, en la que hay equipos con compromisos europeos previstos para agosto, en Segunda el calendario puede estirarse más allá del mes de julio.

Entre los futbolistas que este lunes pisaban Mareo también estaba el lateral Bogdan, el único jugador de baja médica por la fisura que sufrió en un dedo del pie, si bien llegará a punto para el hipotético y esperado regreso de la competición.

El preparador físico del primer equipo, Fran Albert, aseguraba sentir "una felicidad increcíble" por haber podido regresar a Mareo. Aseguraba hablar en nombre de todos los futbolistas, cuyo trabajo físico tuteló a distancia durante el confinamiento, y a los que en el primer contacto afirmó que veía "estupendamente bien" y que "necesitaban tocar ya el balón con espacio". Albert dejaba claro que "las instalaciones de Mareo ayudan mucho. A nivel organizativo, permiten una fluidez muy buena".

Cuando el último futbolista abandonó las instalaciones de la escuela, el personal del club procedió a desinfectar los campos utilizados para los entrenamientos. Así de concreta y peculiar será la rutina en Mareo, al menos durante esta primera semana.