25 años de una eliminatoria que supo a título
Fue el 12 de mayo de 1995 cuando el Unicaja disputaba el primer encuentro de la gran final de la ACB contra el Barcelona en el Palau Blau Grana y cuya serie se decantó a favor de los azulgranas en el último partido
Málaga
Hoy se cumplen 25 años del inicio de la eliminatoria final de la fase por el título entre el Unicaja y Barcelona, que ganó el conjunto azulgrana en un apurado triunfo en el quinto partido disputado en el Palau Blau Grana y que convulsionó la ciudad de Málaga.
Por aquél entonces, el equipo de fútbol, el Málaga, deambulaba por Segunda División B y la clasificación del Unicaja para la gran final fue un soplo de aire fresco para una ciudad volcada con el deporte y que años atrás se vio golpeada por la desaparición del CD Málaga.
La temporada 1994-95 en el mítico pabellón de Ciudad Jardín, con Javier Imbroda en el banquillo y con 12 jabatos en la plantilla como Nacho Rodríguez, Ernesto Serrano, Curro Avalos, Dani Romero, Gabi Ruiz y Ricardo Guillén, todos de la cantera, siempre tendrá un recordatorio en la historia cajista.
A estos habría que añadir a dos jóvenes nacionales como Alfonso Reyes y Manel Bosch, y tres extranjeros, dos estadounidenses, Mike Ansley y Kenny Miller y el ruso Serguei Babkov.
El Unicaja acabó la fase regular en segunda posición y se emparejó en cuartos con el Estudiantes al que venció por un claro 2-0 con triunfos en Málaga (83-80) y en Madrid (67-79).
La locura se vislumbraba en la Capital de la Costa del Sol y la afición soñaba con una final.
El TDK Manresa fue el rival en semifinales al que doblegó claramente por 3-0 con victorias en Málaga (80-62) y (87-79) y en la ciudad catalana (72-89).
El equipo cajista ya había hecho historia clasificándose para la gran final y los seguidores así lo reconocieron ofreciendo un apoyo, incluso a la llegada a Málaga en el aeropuerto, que era el principio de lo que iba a ocurrir en la final en el vetusto Ciudad Jardín.
El Palau albergo el primer partido, donde el Unicaja dio la sorpresa un 12 de mayo de 1995 con un triunfo (77-84).
El Barcelona, plagado de estrellas, sufrió para ganar el segundo encuentro en su feudo (93-92).
La serie estaba igualada y se trasladaba a un millar de kilómetros, a Ciudad Jardín, donde se saboreaba el aroma del baloncesto.
El 16 de mayo de 1995 se inició el tercer partido y el Unicaja le devolvió a su rival lo ocurrido unos días atrás en la Ciudad Condal y venció (88-87).
Los cajistas estaban a un triunfo de ser por primera vez en su historia campeones de Liga.
Málaga no cabía más en sí de gozo, solo se hablaba de baloncesto, la afición se restregaba los ojos para ver que todo era verdad.
Y llegó el 18 de mayo, nervios, podría ser el día señalado, pero a falta de segundos con 78-80 en el marcador, el alero Mike Ansley, infalible en su cuenta de resultados, se la jugó y falló el triple final.
Decepción a medias, porque todavía quedaba el último encuentro, aunque ya con menos opciones al disputarse en el Palau y llegar el equipo malagueño exhausto y escaso de fuerzas.
Tres días después, el Barcelona sacó rédito, homenajeó a Epi, que se retiraba y conquistó el título de Liga (73-64).
Fue el inicio de una aventura por parte de un gran patrocinador como la entidad financiera Unicaja y la construcción de un Palacio de los Deportes, denominado José María Martín Carpena, y a la conquista de títulos, la Copa Korak, la Liga ACB y la Copa del Rey
