Respeto y responsabilidad

Córdoba

Desescalada. Un nuevo vocablo que ha llegado a nuestras vidas y que se ha propagado en estas semanas junto a otros como, desconfinamiento, videollamada o coronavirus, nuevas palabras en este escenario de pandemia para las que la RAE busca definición urgente.

Que, como nuestro vocabulario, nuestras vidas han cambiado en estos dos últimos meses es una obviedad. Y que el lacerante dolor por los miles de víctimas, y la zozobra por un futuro incierto pueda ser la puerta para construir una sociedad más fuerte, justa y empoderada está por escribir.

Hasta la fecha, la actitud de la ciudadanía en su conjunto durante el confinamiento ha sido intachable. Un comportamiento sobresaliente, que lejos de tocar a su fin es en estos días es más importante si cabe. Exhaustos, hambrientos de abrazos, impacientes por recuperar una normalidad sin eufemismos, somos una botella a punto de descorchar y corremos el riesgo de derramar inútilmente el esfuerzo realizado. Un derroche que no podemos permitirnos por respeto y responsabilidad.

Por respeto al personal sanitario que en las últimas semanas ha trabajado sin medios y hasta la extenuación para salvar nuestras vidas, poniendo en juego las suyas más allá de cualquier código deontológico y que no podrían afrontar otro rebrote de la enfermedad que aún no ha sido derrotada. No lo olvidemos. Sin vacunas y sin tratamientos certeros el peligro de volver a la casilla de salida es algo más que una amenaza infundada. El virus sigue aquí y todas y todos podemos ser vectores de contagio.

Responsabilidad también de mantener las reglas de distanciamiento social y demostrar nuestra madurez como sociedad. Mucho más irreprochable que la que mantiene gran parte de nuestra clase política y que lejos de buscar soluciones, parece militar en la “cofradía del Santo Reproche”, que diría Sabina, al convertir esta etapa de descompresión en una carrera ilógica, en la que no hay medallero ni pódium al que subirse. Porque en esta competición contra la enfermedad y sus secuelas, si no actuamos con sensatez, perderemos todos.