Mireia Mollà reivindica su labor durante la pandemia y hace oídos sordos a las críticas de la oposición

Comunidad Valenciana

Mireia Mollà ha comparecido en les Corts a petición propia. Antes, el grupo parlamentario Vox había pedido también que explicara en la cámara autonómica qué ha hecho su departamento durante la pandemia. Las críticas de las asociaciones agrarias se han repetido porque de Mollà no se supo nada prácticamente hasta el viernes pasado cuando el pleno del Consell aprobó un primer paquete de ayudas para el sector primario.

Mireia Mollà ha asegurado que en este tiempo ha mantenido contactos con los sectores más castigados: pesca, ganadería, flor cortada y plantas ornamentales… entre otros. Y también con el gobierno central para reclamar ayudas y una negociación justa de la PAC, la política agraria común.

Que además su conselleria ha movilizado 52 millones en ayudas y que el viernes pasado ya se aprobó un primer paquete de medidas para ayudar a los que peor lo están pasando y que habrá más ayudas para el sector de las plantas ornamentales y la flor cortada. En ornamentales, el 35% de la superficie que España dedica a ese sector están en la Comunitat Valenciana. El viernes, el pleno aprobará dos millones y medio de euros de ayuda a ese sector.

Eso el próximo viernes porque la consellera ha recordado que el pasado, en el último pleno, el Consell aprobó ayudas directas para el sector pesquero por valor de 330.000 euros; cuatro millones para el sector ganadero; 500.000 para pueblos pequeños que deben remodelar y ampliar el espacio donde se instalaban los mercados no sedentarios; 300.000 para que los productores puedan vender sus productos a través de Internet; o más de dos millones de euros para aquellos productores que apuestan por la venta de proximidad.

Mollà ha defendido también que la pandemia debe servir para responder de una vez a las reclamaciones de dignificación del mundo agrario para, a través de la 'soberanía alimentaria', hacernos autosuficientes como una forma más de atender la emergencia climática, que es el gran problema. Es más, apuesta por convertir esta pandemia en una transición hacia una agricultura y una sociedad sostenible que sea capaz de mantener controlados, como ahora porque la movilidad está restringida, los índices de contaminación.

No convence a la oposición

Pero no ha convencido la consellera a la oposición. Emigdio Tormo, de Ciudadanos, ha sido el más duro. Ha acusado a la consellera de ir a rebufo del Ministerio y de la Unión Europea y de no hacer ninguna autocrítica, de "llegar tarde, mal y nunca". Además, afirma el de la formación naranja que las medidas anunciadas ni siquiera están todavía publicadas y se quedan muy cortas.

El PP, por su parte, por boca de Miguel Barrachina ha puesto en duda el orden de prioridades de la consellera. Criticando incluso que quiera ayudar antes al sector de la planta ornamental y la flor cortada (en el que la Comunitat Valenciana es la referencia nacional) en lugar de ayudar al sector taurino.

También Vox, que había pedido la comparecencia de la consellera, lamentaba que no se haya atendido al sector taurino y tampoco está contento con las prioridades verdes de la consellera a la que acusan desde Vox de vivir fuera de la realidad.

El Botànic la respalda

Por su parte, el socialista Francisco Gil, se subía al carro de la consellera y comparando lo ocurrido con el sector del material sanitario, ha afirmado que la soberanía alimentaria, que ser autosuficientes y respetar y valorar al sector primario debe ser una prioridad política. Una lección que debemos extraer y aplicar de la crisis sanitaria.

En parecidos términos, Beatriu Gascó, de Unides Podem, también alababa las referencias de Mollà a la soberanía alimentaria y proponía crear un sistema para que la restauración (cuando abra), las residencias y los colegios tengan obligación de surtirse con productos de proximidad.