La "brecha educativa" del confinamiento: cuando el móvil se convierte en el aula de clase
Profesores y padres muestran su preocupación por las consecuencias de la educación a distancia durante la crisis sanitaria y piden más medios, formación y medidas de conciliación

La "brecha educativa" del confinamiento: cuando el móvil se convierte en el aula de clase
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Lorca
Son las once de la noche y el teléfono se ilumina con una nueva notificación de Whatsapp: un alumno ha enviado a esa hora las tareas aún pendientes de entrega a su maestra, que fija los ojos en la pantalla. "Sus padres se pasan todo el día fuera, trabajando en el campo, y envían las actividades cuando pueden, al final de la jornada": la que cuenta esta situación es María Luisa Sanz, directora del CEIP San Cristóbal, en Lorca.
Este colegio forma parte de la red de centros de atención preferente de la Consejería de Educación: se encuentra en uno de los barrios con la renta más baja de Lorca, muchos de sus alumnos provienen de familias en situación de vulnerabilidad y a eso hay que añadir que muchos padres y madres son de origen extranjero, lo que supone otra dificultad por el desconocimiento del idioma y los recursos tecnológicos que están empleando los centros educativos durante el coronavirus.
"Hay clases donde los alumnos no disponen de ningún ordenador en casa, y en algunos grupos apenas es el 35%. Los que tienen tablets son puntuales, así que prácticamente todos están en contacto con el profesorado a través del móvil", explica la la directora. Y así tendrá que ser hasta septiembre, al menos, una vez que se ha decidido esta misma semana en la Conferencia Sectorial de Educación que las clases presenciales se retomen ya a la vuelta del verano.
Clases por video conferencia en Zoom, tareas en ClassDojo, repaso y aclaración de dudas en Whatsapp... "Whatsapp nos ha permitido un contacto más directo, pero no es suficiente. Vemos que hay alumnado que se descuelga del proceso de aprendizaje. Esto nos preocupa y mucho", señala Mariola Sanz, presidenta de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de Educación Infantil y Primaria de Murcia.
"Nuestro principal objetivo es no dejar a nadie atrás y a día de hoy es muy difícil de garantizar, porque los recursos y los medios no son los más idóneos", apunta Sanz.
La brecha ya existía
La "brecha educativa" que está abriendo el coronavirus, coinciden profesores, padres y ONG's, no deja de ser sino la evidencia de la brecha social y económica que ya existía previamente.
Para Clemente Hernández, presidente del sindicato de profesores ANPE en Murcia, esta situación "ha venido a acentuar la diferencia de oportunidades en la actividad educativa telemática y telefónica que se está desarrollando" y ha dejado al descubierto "no sólo las dificultades sociales y familiares de los alumnos, sino también las carencias de las administraciones".
"Hemos comprobado lo que ya se sabía: la situación familiar de cada alumno condiciona mucho su capacidad de acceso a la formación", dice Raimundo de los Reyes García, presidente de la Asociación de Directores de Institutos de la Región de Murcia: "Lo que tenemos por delante es el reto de priorizar la solución de esa brecha, en vez de permitir que se agrande", añade.
También la ONG 'Save The Children' advertía estos días de las consecuencias de la desconexión de los alumnos "que no han tenido apoyo educativo en sus hogares durante el confinamiento, ni acceso a plataformas o contenidos digitales, por lo que se encuentran más desvinculados de la educación general y de su profesorado y son los que corren un riesgo mayor de fracaso escolar".
Desde la FAMPA 'Juan González' consideran que la educación a distancia "ha podido paliar algunas necesidades educativas", pero cree que "no ha llegado a una gran cantidad de alumnado, acrecentando el nivel de desigualdades educativas". "Ni estábamos preparados para la eduación on-line ni se pudo preparar con los recursos humanos y técnicos necesarios", añade la FAMPA, que también reclama medidas de conciliación familiar y planificación de seguridad e higiene ante la apertura de los centros educativos en septiembre.
Más medios y más formación
Al principio de la crisis sanitaria, muchos docentes, ayuntamientos y voluntarios se organizaron para hacer llegar a los pequeños todo el material físico que necesitaran para poder seguir con las clases a distancia. En esa línea, la Consejería de Educación también puso en marcha 'Tele Educa', "un sistema de reparto de material formativo para llegar al alumnado que, por distintas circunstancias, no puede acceder con facilidad a la formación ‘on line’", según este departamento.
A eso añade también 2.500 tarjetas SIM y otras 909 remitidas por el Ministerio de Educación para llegar a un mayor número de alumnos de Bachillerato y FP con dificultades para seguir la formación telemática.
Aunque la consejera, Esperanza Moreno, adelantaba que ya trabajan en un plan de conciliación para el próximo curso, el profesorado cree que serán necesarios más recursos y formación ante este escenario. "Son necesarios más cursos de formación, no sólo dirigidos a maestros y maestras, sino especialmente también para las familias y que puedan ayudar a sus hijos e hijas", señala Mariola Sanz.
A la vuelta del verano, con el mes de septiembre, salvar esta brecha será otro reto más para los maestros y maestras. Según Clemente Hernández, "debemos enfrentar con todas las garantías y recursos la nueva brecha educativa, porque será distinta a las anteriores" y que está afectando "al alumnado más vulnerable del sistema educativo, que ahora necesita la mayor ayuda posible".

Lázaro Giménez
Periodista de la Cadena SER en la Región de Murcia




