Jesús, carnicero: "Los jóvenes al fin están comprando en el mercado"
Esta carnicería del mercado Guillermo de Osma, en Legazpi, está viviendo esta crisis como una oportunidad. La afluencia de jóvenes y el reparto a domicilio a través de redes sociales les está ayudando a superar la situaicón
Madrid
Jesús Vicente llevaba 30 años trabajando en una de las carnicerías del mercado de Guillermo de Osma, en Legazpi, cuando se hizo con el negocio en 2005. En todo este tiempo, ni ha cerrado el puesto ni él ha dejado de trabajar... hasta que ha sido inevitable. Su primera y única baja laboral fue a causa de un cáncer de pulmón, ya superado. Su primer cierre, vino a raíz de la declaración del estado de alarma.
Jesús, carnicero: "Los jóvenes al fin están comprando en el mercado"
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"Nos costó convencerle. Mi padre tiene 68 años y, tras la operación del tumor, es población de riesgo. Así que tuvimos que cerrar. Prefería quedarme sin carnicería que sin padre", explica su hijo Jesús, que ha sido su ayudante desde que regenta el negocio. Así que cerraron durante un mes, pero a mediados de abril, y viendo que la situación se alargaba, tuvo que abrir de nuevo.
La nueva situación, implicaba un nuevo horario de trabajo que les deja la tarde libre, así que Jesús decidió tomar la iniciativa y fomentar el reparto a domicilio: "Decidí reactivar las redes sociales, que las tenía olvidadas, al menos para que los clientes supieran que habíamos vuelto", señala. "Primero fueron amigos los que me pusieron en contacto con sus padres y otros vecinos que no podían salir de casa. Después, el boca a boca me ha dado nuevos clientes".
Mientras, la carnicería sigue abierta. Y la mayor sorpresa que se han llevado los Vicente es la afluencia de gente joven en el mercado, quizá por la flexibilidad de horario que trae consigo el teletrabajo: "Está viniendo gente al mercado que nunca antes habíamos visto, jóvenes de entre 25 y 35 años", explica Jesús esperanzado. "Algunos ni siquiera saben comprar... pero para eso estamos, para echarles una mano", añade.
El confinamiento les ha servido para reinventar este pequeño negocio. Hoy Jesús, el hijo, está buscando plataformas para extender la venta online, al menos mientras se prolongue la situación. "La venta online es el camino de ahora, dentro de un par de meses, veremos si la gente vuelve al puesto", comenta. Jesús, el padre, se sigue mostrando receloso con esta nueva forma de negocio, pero: "Él no lo ve, pero cuando le digo que tengo siete pedidos cada tarde... empieza a verlo", comenta su hijo entre risas.
Mientras siguen debatiendo sobre el enfoque del negocio, la carnicería Jesús sigue luciendo su amplio mostrador y la sonrisa de sus empleados, eso sí, bajo la mascarilla.