Desconfinamiento. Capítulo 28: Peluquería
La periodista Ana Sánchez Borroy explica, desde su domicilio, cómo está viviendo el desconfinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus

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Zaragoza
Creo que el truco del concepto de 'nueva normalidad' está en que parece que volvemos a la normalidad, pero seguimos casi igual. Por ejemplo, con los paseos de los niños. Sí, ya salen a la calle, pero siguen en casa otras 23 horas al día. Y lo mismo, con las peluquerías. El día que abrieron, el 4 de mayo, llamé a pedir cita, me la dieron el día 3 de junio. Así que sí, las peluquerías estaban abiertas, pero yo seguía sin poder ir.
En casa, para compensar jugamos a peluquerías… Las chicas peinan a la muñeca, le ponemos rulos, le pintamos maquillajes imposibles. Hace unos días, yo misma jugué. Con la pequeña, el corte de pelo me quedó bastante bien y eso que no paraba quieta. Con la mayor… bueno, suele llevar coleta.
Por fin, me ha tocado a mí. Alguien había cancelado su cita y mi peluquera me llamó para ofrecerme adelantar la mía. He aprovechado. No como algunos privilegiados que tenían hora el primer día y sólo se retocaron las puntas o se raparon al cero. Todo llega.




