Enrique Delgado: "Ahora viene la fase de transición que va a ser muy complicada"
Se abrirá de manera inminente la unidad quirúrgica
Soria
Enrique Delgado, gerente de asistencia sanitaria de Soria, reconoce que ahora que la afección del Covid19 está disminuyendo poco a poco, el complejo asistencial de Soria afronta una nueva fase, la paulatina vuelta a la normalidad que conlleva cierta preocupación. ”Ahora viene la fase transición que va a ser muy complicada”, reconoce. Una vez superada la fuerte incidencia del Covid-19, ahora “hay que intentar recuperar una normalidad que permita seguir prestando la asistencia sanitaria que necesitan nuestro ciudadanos”.
Asegura Delgado que ahora hay que recuperar el estatus previo de la Sanidad de Soria, recuperar los servicios, porque prácticamente el 100% de los recursos se han dedicado a frenar el virus. Hay que abordar otra metodología de atención al paciente.”Hay que utilizar recursos que utilizábamos poco como las consultas telemáticas”, explica Enrique Delgado. Reconoce que ya se podía haber hecho antes, pero no se hizo nunca en Soria.
En cualquier caso, descarta poner plazos a la desescalada del Complejo Asistencial de Soria. “Hay que ser muy prudentes porque cualquier paso atrás puede ser tremendo”, advierte Delgado insistiendo en que esta semana es cuando se empieza a ver la luz porque no hay fallecidos ni ingresos nuevos, pero “vamos a esperar un poco y abriendo lo que se pueda como la unidad quirúrgica que se abrirá inmediatamente”.
Por último, se refiere Delgado a la carta publicada por enfermeras del Hospital de Santa Bárbara en el que se quejan de las condiciones de trabajo, la falta de EPIs, las largas jornadas, así como de la sensación de desprotección y desamparo sin agradecimiento por parte de sus superiores. Delgado reconoce que al principio de la pandemia hubo falta de equipos de protección y que “ha sido muy duro para los sanitarios y entiendo que haya una cierta reivindicación”. El Gerente acepta esas percepciones aunque aclara que “lo único que no entiendo es que no se valore el esfuerzo de las supervisoras porque garantizo que han hecho los mismos dobles turnos”. Ésta es la carta remitida por el colectivo de enfermería del Hospital Santa Bárbara.
Mayo de 2020, son las 7:20 horas de la mañana, después de casi 10 horas de trabajo nos sentamos y como no, para no variar, nos desahogarnos entre nosotras para no llevar el cabreo a casa. Hablamos de la experiencia que hemos vivido y seguimos viviendo, nos sentimos abandonadas, estamos cansadas de tragar y tragar, pero hoy va a ser diferente, hoy queremos dar a conocer a la población soriana como nos sentimos.
Partimos de la base de que esto era algo totalmente nuevo, inimaginable, que se escapaba del conocimiento de todos. Podemos entender el caos de los primeros momentos, la falta de coordinación y la mala organización, pero la cosa no quedó en el caótico mes de marzo si no que siguió y sigue continuando. Nos sentimos totalmente desprotegidos, sin una buena organización de base que haya respaldado y cuidado a sus profesionales sanitarios. Nos han faltado EPIS, los cuales teníamos que reutilizar durante varios turnos, hemos usado durante semanas mascarillas no homologadas, han modificado plantillas, ha habido turnos de 12 horas sin casi descansos…en resumen una falta de organización tremenda. Pero por si esto fuera poco también sentimos que nos ha faltado el apoyo por parte de la dirección de enfermería y de nuestras propias supervisoras, nos hemos sentido desamparadas. En ningún momento se han pasado por los diferentes servicios para ver como estábamos, si faltaban cosas, si necesitábamos algo…
Queremos recordar que si el trabajo ha salido adelante ha sido por el esfuerzo profesional y personal de todos los profesionales, porque de eso si estamos seguras, tenemos un equipo sanitario excelente, es tan bueno que la dirección de este hospital no se lo merece. Y cuando hablamos de profesionales englobamos desde el personal de lavandería y limpieza hasta el personal médico, todos somos fundamentales.
Muchas compañeras se han alejado de sus familias para evitar perjudicarles, han dejado sus medias jornadas por cuidado de hijos para que no faltaran manos, se han incorporado compañeras estando de baja y personas que, sin estar en bolsa, llamaron para ofrecerse a trabajar.
Somos humanos, tenemos sentimientos y vidas que hemos tenido que aparcar. No nos gusta que nos traten como un número; hoy vas aquí mañana allí, te ponemos turnos de 12 horas, ahora reutilizas el EPI de ayer, ahora usas mascarillas que no valen para nada… Y para rematar nos hacen unos test de covid con una fiabilidad del 68%, que no entendemos ni para que se han gastado el dinero en eso.
En resumen, lo que más nos cabrea de todo es que a día de hoy aún no hemos recibido por parte de la organización del hospital ni unas gracias, ni unas palabras de ánimo de “que buen trabajo habéis hecho”. Menos mal que la gratificación personal que te hacen sentir los pacientes hace más llevadero el trabajo. Da rabia ver a compañeras que son unas profesionales excelentes tan quemadas, son profesiones vocacionales, amamos nuestro trabajo, pero estamos cansadas de sentirnos los últimos monos de la cadena, cuando somos nosotras quienes sacamos el trabajo adelante.Para terminar, nos despedimos con un gracias a todos los pacientes y familiares que si nos habéis mostrado vuestro apoyo, GRACIAS. Fdo. Personal de enfermería del Hospital Santa Bárbara