Desconfinamiento. Capítulo 30: "Mamá - mamá - mamá"
La periodista Ana Sánchez Borroy explica, desde su domicilio, cómo está viviendo el desconfinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus
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Zaragoza
Las madres que tienen hijos más mayores suelen decirme que acabaré echándolo de menos, pero ahora mismo, con 23 horas al día de confinamiento, a veces cuesta creerlo.
Porque a veces estoy escribiendo en el ordenador y, cuando me doy cuenta, tengo una pequeña intrusa concentrada estudiando debajo de la mesa. O cuando vuelvo la cabeza, veo que alguien me ha pasado una nota debajo de la puerta, que dice: “Querida mamá. Ojalá estuvieras conmigo. Te quiero mucho. Ya sé que tú también”.
Disfruto de esos minutos en los que juegan entretenidas, sin pelearse, sin peligros alrededor y sin nada urgente que hacer. Mejor todavía si estoy en un banco a la sombra, con temperatura agradable, con algún rayo de sol colándose entre las horas, con una brisa suave… pero justo entonces, me acuerdo de la nota por debajo de la puerta y empiezo a echarlas de menos.
