La escuela cerrada es clasista
La escuela abierta es el último reducto de la igualdad de oportunidades

"La línea roja" de Matías Vallés (21/05/20)
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Palma
Hay palabras y expresiones que desaparecen curiosamente de la actualidad.
Por ejemplo, esponjamiento, pues hay que construir cada centímetro cuadrado para facilitar la difusión de los sucesivos coronavirus.
También ha desaparecido el “ascensor social”, el concepto que propició una revolución en toda España al permitir que los estudiantes aplicados pasaran por encima de jóvenes más ricos pero menos estudiosos.
La mayoría de los profesores actuales en enseñanzas primarias, medias o universitarias son el fruto del ascensor social que causó la revolución educativa del PSOE de Felipe González.
Lo cual no impide que voten muy lícitamente al PP.
Es decir, al igual que no todos los confinamientos son iguales porque hay personas que pueden prescindir del espacio público en mejores condiciones que otras, también las escuelas cerradas castigan de forma muy desigual a los alumnos según el nivel económico de sus familias.
La escuela abierta es el último reducto de la igualdad de oportunidades.
La escuela cerrada es clasista, perpetúa un régimen injusto si no inicuo.
Y sin embargo, la izquierda predica escuelas cerradas, aunque el tráfico automovilístico que no ha clausurado las aulas ha matado a más estudiantes de Balears que el coronavirus.




