Barral tiene que convencer a los médicos..., dos veces
Debe superar la rotura que padece en el sóleo y, además, pasar el test de coronavirus para que le permitan regresar a La Albericia
Santander
David Barral no ha podido entrenar con sus compañeros tras el parón motivado por la pandemia. Superó el doble test de COVID-19, uno PCR y otro serológico, previo al reinicio de los entrenamientos, pero cuando llegó a las Instalaciones Nando Yosu el 11 de mayo para comenzar a ejercitarse con sus compañeros, el sóleo de su pierna derecha se lo impidió. Achacó las molestias a una sobrecarga muscular provocada por haber estado corriendo sobre asfalto en Madrid la semana anterior, pero las pruebas radiológicas detectaron una pequeña rotura fibrilar.
El jugador gaditano recibió permiso para irse a su casa, en Madrid, para iniciar la rehabilitación y ahora, cuando sus sensaciones ya son muy buenas, debe superar una doble prueba para poder entrar en La Albericia. Una en el sóleo y otra de coronavirus. La razón de este segundo requisito es que Barral, al estar en Madrid, no fue sometido a la segunda ronda de test junto a sus compañeros y fue sustituido por Germán, portero del Rayo Cantabria. Salvo que reciba una autorización especial, deberá esperar a la tercera ronda de las pruebas organizadas por LaLiga en su protocolo antiCOVID-19 para poder ingresar de nuevo en las Instalaciones.
Dado que LaLiga ha establecido un tope de 30 futbolistas por equipo, que el Racing tiene cubierto, si David Barral reingresa al grupo, uno de los chavales del filial deberá salir. Bien el propio Germán o, si Oltra quiere seguir contando con cuatro porteros en las prácticas, uno de los otros jugadores del Rayo Cantabria: Goñi, Martín Solar, Camus o Tresaco.