Las terrazas de Cuéllar registran un buen comportamiento en general en el primer fin de semana de apertura

Cuéllar

Distintos hosteleros de Cuéllar han abierto sus puertas este fin de semana, tanto en el interior de los locales con el aforo permitido del 40% y en las terrazas al 50% guardando las correspondientes medidas de seguridad. “El fin de semana ha estado bastante bien, con mucho jaleo, la gente tenía muchísimas ganas de salir y en general el comportamiento ha sido ejemplar salvo cuestiones puntuales”, explica Miguel Senovilla al frente del bar La Gaviota. En su caso dispuso la terraza a lo largo de la calle José de Espronceda y para indicar la distancia de 2 metros entre las mesas ha instalado césped artificial sobre el que se asientan las mesas y sillas donde se pueden sentar los clientes. En la entrada del local ha instalado botes de gel hidroalcohólico, una alfombra higiénica con desinfectante y separadores entre mesas en el interior. Este último elemento, comenta, da tranquilidad a los clientes, al menos así se lo han trasladado.

En la misma línea se manifiesta Francisco Bayón de Pizzería Las Aldabas que tenía muchas ganas de abrir de nuevo pero también mucho miedo a la nueva situación. En su caso para mantener la distancia entre mesas ha tenido que eliminar tres mesas y en el interior del establecimiento también ha eliminado cuatro mesas más. Bayón destaca que “desde el Ayuntamiento les están ayudando bastante y nos están dando más espacio, pero ahora hay más trabajo a la hora de limpiar las mesas”. Además destaca que los clientes que han pasado por su establecimiento el fin de semana han sido bastante comprensivos y su comportamiento han sido bueno. En su local también han adaptado las cartas a través de códigos QR que resulta fácil y cómoda para la gente joven y para los mayores si tienen algún problema no dudan en cantarles la carta al modo tradicional.

No obstante a pesar de las primeras sensaciones es una incógnita como pueda ser el verano. Para Senovilla cree que va a ser complicado porque los protocolos que hay que seguir ahora son complicados y requiere más trabajo también apunta que a medida que se avance de fase o vaya pasando el tiempo la gente se relajará y bajará la guardia. Bayón cree que el verano será más de turismo rural y de volver a los pueblos. “Eso puede ser bueno pero vamos a tener menos espacios para que se sienten y tendrán que esperar… nos vamos adaptando día a día a la situación”.

La hostelería está ligada también al turismo y la forma de viajar está cambiando. Miguel Ángel Senovilla regenta también una agencia de viajes, Gabitours, y cree que se van a demandar más apartamentos y casas rurales para evitar estar en contacto con otras personas en la medida de lo posible y también apunta que los hoteles serán más caros, solo podrán ocupar la mitad de las habitaciones pero tendrán el mismo personal y más gastos con las medidas sanitarias y de higiene que hay que aplicar y en los hoteles no está claro que permitan abrir piscinas y zonas comunes. “La mentalidad ha cambiado y el miedo es libre, yo no me iría una semana de vacaciones y vendo yo las vacaciones”, comenta a la espera de ver cómo avanza la situación en los próximos meses