Marcos Garcés: "La diferencia está en los que se empapan de cada experiencia"
Artículo de opinión sonoro del agricultor turolense, responsable de jóvenes de COAG y miembro de la ejecutiva de UAGA

Verso suelto - Marcos Garcés - Hora 14 Aragón (12-06-2020)
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Zaragoza
Hace unas semanas, mientras leía que la biblioteca de Nueva York cumplía 125 años, reparé en todo lo que viví y aprendí en esos edificios en mi época universitaria en Valencia. No por lo que estudiamos, sino por las historias que nos montábamos.
Era una religión, un mundo paralelo al resto del curso y cada uno tenía sus preferencias. Mientras unos discutían por un sitio, otros enrollaban, porque, aunque no lo crean, eran unos lugares excelentes para ligar. Había quienes las usaban de vía de escape, para sentirse bien. Otros, de refugio, para no tener que pensar en otras cosas. Estaban los que las usaban para quedar con los amigos. Los que iban a ligar. Otros, simplemente, porque era lo que tocaba. Y, finalmente, los puristas, esos que las utilizaban exclusivamente para estudiar.
En función de lo cerca del examen, las elegías. Silencio en Medicina. Comodidad en Agrónomos o Económicas, pero eran menos tranquilas. Psicología era ruidosa y llena. Para ambiente, la central. Y jaleo, en la Casa del Alumno. Seriedad, en la de Bancaja. Y para no hacer nada, las del Colegio Mayor.
Es bonito cómo cuando, al pensar en algo, de repente, te das cuenta en todo lo que has aprendido sin saberlo, aunque parezca una tontería, como la que les acabo de contar. Cada día tengo más claro que la diferencia está entre los que se empapan de cada experiencia, que crecen cada minuto, que se fijan y se quedan con lo que le sirve y los que pasan por ahí sin haberse enterado de nada, en su refugio. La vida la viven los primeros.




