Un retroceso para las mujeres

Palencia

En todos los acontecimientos que estamos viviendo ya nadie habla de cuidar y conciliar, son dos palabras que han desaparecido de las noticias y de la actualidad.

Hay un informe elaborado por el Instituto de la Mujer donde se analiza el impacto de género. Esta pandemia afecta de forma diferente a los hombres y a las mujeres.

Las mujeres representamos el 70% en el personal de sanidad, también en los sectores que han estado en primera línea durante los tiempos duros de la pandemia, supermercados, limpieza, atención y cuidados a personas mayores y dependientes.

También representamos una mayoría muy significativa en los sectores que más tarde y más lento se van a recuperar en el empleo, los sectores del comercio la hostelería y el turismo. Como ya hemos denunciado muchas veces, las mujeres somos mayoría en la precariedad, los contratos temporales, los sectores de baja cualificación donde no se puede tele-trabajar y además con los centros educativos cerrados nuestro destino son las listas del paro. Los datos del mes de abril en la provincia de Palencia ya lo muestran claramente 4829 hombres y 5947 mujeres en paro.

El estudio citado sostiene que en este confinamiento las mujeres también soportamos la mayoría de las tareas domésticas y de los cuidados y en lo único que se ha incrementado la colaboración de los hombres es en las tareas de compras, que curiosamente suponía un alivio para poder salir.

Por supuesto las tareas relacionadas con horarios, estudios, ritmos escolares de los niños y niñas también recaen de manera mayoritaria sobre las mujeres. Se puede afirmar sin duda que el ritmo escolar se sostiene a precio de madre.

Es prioritario contar con políticas de igualdad, aplicadas de manera urgente en la salida de esta pandemia para que la solución no termine siendo una vez más que las mujeres nos quedamos en casa y por tanto fuera del mercado de trabajo. Una campaña en las redes del Club de Malas Madres, lo revela de esta manera: "Esto no es conciliar esto es renunciar".

Mecanismos de co-responsabilidad y políticas reales de conciliación para impedir que aumenten las desigualdades de género como consecuencia de esta emergencia sanitaria y también económica.