Hartos de estar hartos

Palencia

La política tiene que ser otra cosa. Juego hoy a imaginar que cambiando la hoja del calendario podría cambiar la vergonzosa actitud de muchos de nuestros políticos desde las tribunas públicas, pero sé que soy un ingenuo.

Los políticos deberían nutrirse de sensibilidades ciudadanas y trabajar desde, por y para toda la sociedad. Pero una camarilla de iluminados, de consistente mala baba, alimenta a diario una flemática crispación insoportable.

Estamos atrapados en la hipótesis de quienes actúan y se equivocan y quienes les critican sin propuestas alternativas. ¡Qué poco están aprendiendo ambos si sólo buscan ratificarse en su propio inmovilismo! ¿Para cuándo una conducta de coordinación necesaria de todos sobre iniciativas comunes para ver cómo salimos de ésta?

Recuerdo una pintada de hace unos años que decía “Que paren el mundo, que me quiero bajar” y parece que ahora que se ha parado no hay posibilidad de apearse de él.

Buena semana.