EREs tras ERTEs. Ya están aquí

Bilbao

Hoy se vuelve a su país la dueña de mi restaurante preferido. Con media docena de mesas, sin terraza, pagando alquiler, facturas e impuestos...las cuentas no le salían a ella y su pareja. No reabrirán.

Es el caso que me toca de cerca y lo que más me preocupa en esta crisis. Porque si los datos económicos de ayer indican que ya hemos podido tocar fondo, que empezamos la remontada (uno de cada dos acogidos a ERTEs ya ha salido, se ha frenado la destrucción de empleo...), con la recuperación total de la actividad es de suponer que en V, U o L, la mayoría de afectados ahora no lo esté en unos meses.

El problema está en cuántos de esos ERTEs acabarán en EREs. El mes pasado fueron 2.200. Del ERTE al paro, por el cierre de sus empresas. Ese es el verdadero riesgo en los próximos meses: los que quedarán descolgados en la nueva normalidad. Veo todavía muchas persianas bajadas por la calle. Me pregunto cuántos, como mi trattoria preferida, lo han hecho para siempre.