No hay destinos 'free Covid'
La opinión de Marta Cantero
Canarias ha exigido con insistencia ayudas al turismo. Sostiene, con razón, que el impacto de la COVID será mayor para nuestra economía, por su altísima dependencia de la actividad turística, que en otras regiones. Sorprende por ello la actitud con que el Gobierno autonómico ha respondido a la propuesta de la Secretaría de Turismo de arrancar con dos experiencias-piloto para testar los protocolos que se han elaborado.
Baleares ya dijo sí. Y 6.000 alemanes viajarán a este archipiélago antes del 1 de julio, fecha en la que previsiblemente se abrirá el tráfico internacional. Canarias, a la que podrían viajar otros 8.000 turistas germanos, solicita sin embargo mayores garantías de seguridad sanitaria.
No existe el riesgo cero para ningún destino. Ni ahora ni en los próximos meses. Pero posicionarse en el mercado global en plena carrera por atraer a los escasos viajeros que se decidan a coger un vuelo y pasar sus vacaciones fuera de sus países, va a ser clave. Sobre todo teniendo en cuenta que se ha abierto una carrera brutal entre los innumerables destinos vacacionales que compiten entre sí.
“Hay que ponderar bien los riesgos: no ser ni demasiado valientes ni demasiado timoratos”, dijo el portavoz del comité científico, Lluis Serra, en la antena de la SER. No es nada fácil encontrar ese equilibrio entre cómo abrir nuestros hoteles de nuevo a los visitantes y no morir en el intento. Pero no hacerlo y quedarnos rezagados, por miedo a errar, puede tener consecuencias serias para Canarias.
Hay que arriesgar, porque la única alternativa a abrirnos al turismo es seguir confinados hasta que exista vacuna. Y ya sabemos que, aún en el mejor de los casos, se demorará en el tiempo. Una espera que esta tierra no se puede permitir, porque entonces se salvará del contagio pero morirá de hambre. Y no es exageración.