Elegida como auxiliar de playa y descartada en el mismo día
Rosario Romero, una gaditana de 38 años en paro, con dos niños y su padre a cargo, cumplía los requisitos para ser auxiliar e iba a ser contratada, pero tras comentar que había pasado el coronavirus, la Junta ha dado marcha atrás

Personas paseando en la playa de La Caleta / María José López (EUROPA PRESS)

Cádiz
La Junta de Andalucía incorporará a los 686 auxiliares de playa en el litoral gaditano el próximo día 15 de junio, como indicó hace una semana a través de una nota de la delegación territorial del gobierno andaluz en Cádiz.
Ya durante esta semana, algunos de los que solicitaron poder trabajar este verano como uno de esos efectivos están recibiendo una llamada por parte de la delegación para hacerles saber que cuentan con ellos porque cumplen con los requisitos.
Uno de esos casos ha sido el de Rosario Romero, una gaditana de 38 años, en paro y con dos hijos a su cargo, uno de 11 y otro de 16. Presentó la solicitud el viernes y, este lunes, una técnico de la Junta de Andalucía le llamó para comunicarle que había sido seleccionada para prestar servicio como auxiliar de playa. Su sorpresa y su malestar, a partes iguales, llegaron cuando apenas instantes después de que le comunicasen que había sido elegida, volvieron a llamarle para decirle que estaba descartada.
Cuenta Rosario que, una vez le dijeron que querían contar con ella, la trabajadora del gobierno andaluz le preguntó, con objeto de conocer si era persona de riesgo, si padecía una serie de dolencias o patologías coronarias, respiratorias o hepáticas. Su respuesta fue negativa; "yo le dije que no tengo ninguna enfermedad de ese estilo", apunta.
Además, esta gaditana hizo saber a la técnico que en marzo se contagió de coronavirus, con lo que ya lo había pasado. Su padre también contrajo el virus, al igual que su madre, quien finalmente falleció a causa del mismo.
Pero, para despejar cualquier tipo de duda, Rosario explicó en la llamada que este pasado 28 de mayo se sometió a una pequeña intervención, "un cateterismo por una taquicardia ventricular que he tenido siempre, y que ya me han quitado", y que en esa visita al hospital, le realizaron un test que dio negativo. Ha superado la enfermedad.
Cuando concluyó sus explicaciones, la responsable de la Junta titubeó, según Rosario, para a continuación pedirle que aguardase unos minutos porque tenía que consultar algunas cosas. A los pocos minutos, volvió a llamarle el mismo número con una noticia bien distinta de la que le habían dado un rato antes: "no podemos contar contigo".
Rosario preguntó el porqué de ese cambio de criterio, y la respuesta que recibió, señala, fue que sus "problemas de hígado" hacían incompatible que se incorporase como auxiliar de playa. "Yo no tengo problemas hepáticos ni los he tenido nunca", le respondió contrariada, pero no sirvió de nada, porque la técnico le comunicó a Rosario que "iba a estar rodeada de mucha gente y puedes ser asintomática".
Asombrada, le reiteró que ya dio negativo en la prueba de coronavirus y le dijo "que si era necesario, yo me voy a San Rafael a comprar una prueba y a presentarla" para demostrar que no lo tengo. Persistió la negativa y finalizó la llamada.
Además, resalta que ella nunca ha sido considerada como persona de riesgo. Primero, porque cuando se contagió del coronavirus, "mi médico de cabecera preguntó a epidemiología y le comunicaron que yo no tenía esa categoría", con lo que no le hicieron el test. Tampoco la taquicardia se considera como un factor multiplicador del riesgo y, si lo fuese, no la tiene desde finales de este mes de mayo.
Reclama a la Junta que le dé una explicación concreta sobre por qué no van a contratarla. "Cuál es el verdadero motivo", se pregunta, porque ni es paciente de riesgo y, además, ya pasó la enfermedad, con lo que la posibilidad de que haya generado anticuerpos es mucho más elevada que la del resto de los auxiliares contratados que no han superado la enfermedad o, en cualquier caso, nunca se han realizado un test.
"Sé que el puesto de trabajo no me lo van a dar, si me lo dieran, encantada, máxime cuando tengo dos niños, mi padre viviendo conmigo y unos ingresos de 406 euros al mes, pero quiero que se sepa que las cosas no se han hecho bien, por lo menos que me digan por qué me han dejado fuera sin poder trabajar".
Se ha acercado al edificio de la Junta de Andalucía en la plaza Asdrúbal para buscar respuestas. Allí le han remitido al centro de Plaza de España, y ha tratado de ponerse en contacto en varias ocasiones a través del teléfono sin lograr llegar a hablar con ninguno de los responsables.
Fuentes de la Junta de Andalucía consultadas por la SER sostienen que las enfermedades cardiovasculares sí se consideran como un factor de riesgo, y garantizan que los técnicos se basan en unos criterios y unos requisitos iguales para todos los demandantes del puesto.
El ejecutivo andaluz contempla como factores de riesgo las siguientes patologías: Diabetes, enfermedad cardiovascular (incluída hipertensión), enfermedades hepáticas crónicas, enfermedades renales crónicas, enfermedades neurológicas o neuromusculares crónicas, inmunodeficiencia (incluyendo VIH) y cáncer. Además, a estas enfermedades hay que añadir la situación de mujeres que estén embarazadas o en periodo de lactancia y mayores de 60 años.
Estas mismas fuentes insisten que las playas que están abiertas al baño contarán, desde el día 15 de junio, con todos los efectivos que se les han concedido, al tiempo que informan que durante esta semana hay cinco técnicos atendiendo a los inscritos en la sede de la delegación, sita en la Plaza de España, para preparar toda la documentación necesaria para su contratación.

Manu Sola
Redactor y locutor de informativos. Se incorporó a Radio Cádiz en 2018, procedente de Radio Sevilla....




