'Escuelas libres de Covid'
El COVID-19 ha depositado sobre el futuro una enorme nube de incertidumbre, el mejor ejemplo es nuestra incapacidad para organizar sobre la Educación de nuestros hijos e hijas el próximo año.
La Firma de Fernando Trujillo: Escuelas libres de Covid
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Algeciras
El COVID-19 ha depositado sobre el futuro una enorme nube de incertidumbre que hace que sea muy difícil tomar decisiones a medio y largo plazo. El mejor ejemplo es nuestra incapacidad para organizar la Educación de nuestros hijos e hijas el próximo año.
Permítanme que les resuma el problema del curso 20-21. El virus sigue ahí y para evitar el contagio es necesario mantener la distancia física. Esto implicaría reducir el número de estudiantes por aula pero, para conseguirlo, o bien se amplían los espacios o bien los estudiantes alternan los días que van al colegio.
Sobre la ampliación de los espacios, es importante saber que la inversión en infraestructuras educativas entre 2009 y 2015 cayó un 55% y aun no se había recuperado. Pregúntese usted cuántos centros nuevos se han construido en su ciudad en los últimos años o si a estos centros les han construido un nuevo laboratorio o un nuevo polideportivo.
En relación con lo segundo, la presencia solo durante unas horas o unos días de los estudiantes en los centros educativos genera otro problema: la conciliación familiar y laboral. Ni nuestras empresas ni nuestras ciudades cuentan con políticas efectivas conciliación familiar y la escuela es, por ello, la única institución que cubre a las familias mientras estas están trabajando.
Así pues, ante este dilema la Junta de Andalucía anunció el pasado 8 de junio que el próximo año arrancará "igual que cuando se suspendieron las clases en plena pandemia, con los mismos alumnos y las mismas aulas". Es decir, la decisión que se tomará es no tomar una decisión: ni inversiones ni alternancia ni nada de nada.
En septiembre nuestros hijos volverán a la escuela y nosotros cruzaremos los dedos. Si no hay contagios, seguirán dando clases en sus antiguos edificios y aparentaremos que no pasa nada. Si hay contagios, buscaremos algún chivo expiatorio al que echarle las culpas cuando a la cifra de 27 mil muertes tengamos que añadir algunos miles más.