José Alberto Cortes: "La llegada de los Guerreros de Xi'an al MARQ tiene un importante calado simbólico"

Alicante

Tras prácticamente tres meses de cierre, algo que no había pasado en sus 18 años de historia, desde que en 2002 fuera inaugurado por la Reina Sofia, el MARQ abrió ayer por primera vez sus puertas tras la pandemia.

Fue una reapertura al ralentí, "para los alicantinos", como afirma su gerente José Alberto Cortés, ya que no es posible la movilidad entre provincias, en la que se siguieron los normales procedimientos de seguridad.

Una apertura que ha servido para demostrar que los procedimientos funcionan a la espera de que se incremente la afluencia de visitantes durante el verano. Eso si, por motivos de higiene, las zonas interactivas no pueden usarse y en su lugar se han instalado códigos QR para poder acceder a esos contenidos desde el móvil.

Hasta el próximo 5 de julio, además de las muestras permanentes, se podrá ver la exposición 'Ídolos. Miradas milenarias'.

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Guerreros de Xi'an

Y de cara a finales de año, está previsto que lleguen al museo alicantino los guerreros de Xi'an. La muestra estará compuesta por 9 de estos guerreros de terracota y un caballo. Cortes recuerda que es el máximo de piezas que el Gobierno de China permite que se cedan para su exposición en los distintos museos del mundo.

El gerente del MARQ también nos ha explicado la complejidad de las negociaciones que se han tenido que mantener con las autoridades del país asiático. Su llegada también supondrá la tarjeta de visita para el nuevo embajador de China que acaba de llegar a nuestro país.

José Alberto Cortes considera que la muestra será algo más que una exposición. También tiene un carácter simbólico tras la pandemia de la COVID-19, ya que pone de manifiesto que distintas entidades culturales, de lugares alejados del mundo, pueden trabajar juntos y que entretodos "se pueden superar las dificultades". A su juicio, estamos ante un "ejemplo de solidaridad".

En este mismo sentido, el responsable del museo arqueológico recuerda que por su idiosincrasia, la visita al propio museo alicantino sirve para recordar como nuestros antepasados han superado momentos muy duros a lo largo de la historia; algo que nos puede reconfortar y hacernos "sentir orgullosos" de la especie humana.