El turismo de naturaleza es la alternativa a las masificaciones, pero hay que practicarlo con respeto

Cuando pensamos en vacaciones, a muchos de nosotros se nos viene a la cabeza la playa, la arena, el mar y los chiringuitos. Por esta razón, las zonas de costa tienen muchos turistas, y en algunos casos se convierten en lugares masificados, algo que el viajero quiere evitar en tiempos de la pandemia del coronavirus. Parece ser que este año tendremos que pedir cita para ir a la playa; nuestra toalla estará separada de las demás por la distancia de seguridad e incluso solo podremos colocarnos en las zonas delimitadas por cintas. Como alternativa a todo esto, el turismo de naturaleza se convierte en una opción perfecta para los turistas que huyen de las grandes aglomeraciones. En este sentido, Castilla y León es una potencia llena de recursos naturales, además de ser una de las comunidades con mayor índice de biodiversidad de la Unión Europea. Según la Fundación Patrimonio Natural, en Castilla y León existen gran variedad de ecosistemas y son tan importantes que cuentan con diversos reconocimientos y figuras de protección a nivel autonómico, nacional, europeo y mundial. Esta es la segunda comunidad, tras Andalucía, con más superficie dedicada a la Red Natura 2000 con cerca de 2,5 millones de hectáreas, lo que supone el 26% de la superficie de Castilla y León. Cuenta con 32 espacios naturales protegidos, 2 parques nacionales, 2 parques regionales, 13 parques naturales, 5 reservas naturales, 8 monumentos naturales y 2 paisajes protegidos, entre otras distinciones. Con ayuda de José Miguel San Román, biólogo que trabaja en la casa del Parque de la reserva natural Lagunas de Villafáfila (Zamora), podemos conocer mejor este entorno natural en el que las aves son las protagonistas. Otro de los espacios destacados en Castilla y León es la Montaña Palentina. Con 80.000 hectáreas de extensión y mil y un recursos que hacen las delicias de quienes buscan un turismo más tranquilo. Víctor González, ingeniero de montes y trabaja en la casa del parque de este lugar, nos ha contado los atractivos de este espacio natural. Es una suerte contar con todos estos recursos, pero no podemos olvidar que cuando vamos a la naturaleza estamos invadiendo el hábitat de muchas especies que sufren cierto estrés al notar la presencia de los turistas. Por esta razón, la Plataforma en Defensa de la Cordillera Cantábrica, ha publicado un decálogo de buenas prácticas a realizar cuando nos encontramos en plena naturaleza. Ernesto Díaz, miembro de la asociación, nos lo ha contado en A vivir Castilla y León. Desde esta plataforma creen que «es fundamental que los turistas se conciencien, pero también las administraciones, ya que son quienes deben aplicar las leyes en el caso de que no se cumplan», y el bienestar de los animales está protegido por ley.

El turismo de naturaleza es la alternativa a las masificaciones, pero hay que practicarlo con respeto

Castilla y León es una de las comunidades con más recursos naturales, un patrimonio que escogen miles de visitantes cada verano

Diego Merayo