El teletrabajo y sus excesos

Alicante

Desde luego, la nueva normalidad no sabemos cómo será, aunque ya podemos intuir que a corto plazo vamos a vivir pegados a una mascarilla, respetando la distancia física y con medidas de seguridad reforzadas. La trazabilidad va a acompañar al ser humano.

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Lo que ya ha producido la pandemia es una transformación tecnológica acelerada, aunque esté dejando en evidencia una brecha digital más profunda de lo que se pensaba, lo que puede agudizar la desigualdad social.

Pero, además, también se han extendido el teletrabajo y sus excesos. Expertos universitarios reclaman su regulación si, en muchos casos, como parece, ha llegado para quedarse.

Con la proliferación de los móviles se empezó a hablar del derecho a la desconexión digital, a discernir lo que son comunicaciones de fuerza mayor y las que no, pero, de momento, no se ha terminado de regular.

El teletrabajo, a priori, es una buena medida, pero los excesos que hacen que el 40 % de los teletrabajadores ya estén estresados, según el IESE Business School, son una mala práctica.