Madrid diseña su propia fase 3 para avanzar a la nueva normalidad

Madrid

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso ha zanjado ya que Madrid no pedirá el salto a la fase 3, en contra de lo que aseguró el pasado viernes su consejero de Sanidad, porque “ya no tiene sentido”. Eso significa que Madrid dará el salto a la nueva normalidad con sus propias restricciones, aunque según han confirmado a la SER fuentes regionales se trabaja sobre un modelo muy similar a la actual fase 3 del plan de transición hacia la nueva normalidad del Ministerio de Sanidad. Es decir, a partir del lunes 22 de junio el escenario será muy parecido al que recoge esa fase. Por ejemplo, se prevé reabrir al público todos los bares y restaurante, salvo discotecas, siempre que no superen el 50% de su aforo, estará permitido el consumo en la barra siempre que se garantice una separación mínima de 2 metros y en las terrazas al aire libre se limitará el aforo al 75% de las mesas, con una ocupación máxima de 20 personas.

La intención del Ejecutivo madrileño también es que a partir del lunes 22 de junio el transporte público madrileño funcione ya al 100%, según han confirmado a la SER fuentes de la Consejería de Transportes, que recuerdan que ahora mismo el ritmo de servicio es del 95%. En la fase 3 todavía se limita el desplazamiento a otra parte del territorio nacional porque técnicamente solo se permite por “motivos sanitarios, laborales o de retorno al lugar de residencia familiar”, pero esas limitaciones desaparecen con la desactivación del Estado de Alarma, de tal manera, que estará garantizado la libre circulación de los madrileños por cualquier punto de España.

En el modelo sobre el que trabaja la Comunidad de Madrid se permitirá la asistencia a lugares de culto y también las bodas, ya sea en espacios al aire libre o cerrados, siempre que no se supere el 75% de su aforo.

La Comunidad de Madrid trabaja ya en su propia desescalada para retomar el control de las competencias sanitarias a partir del próximo 21 de junio. El primer paso que dará el Gobierno de Ayuso será iniciar una ronda de consultas con las 13 consejerías de su Ejecutivo para conocer sus recomendaciones y sus propuestas. Esas reuniones estarán pilotadas por el equipo de la Consejería de Sanidad, que será la que se reserve la última palabra a la hora de decidir qué medidas se aplican y cuáles no. Esa decisión siempre estará en manos de la directora de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Elena Andradas – que asumió el cargo tras la dimisión de Yolanda Fuentes por sus diferencias con las gestión del gobierno madrileño-.