Las residencias privadas en Aragón, preparadas para un rebrote: "Hemos aprendido"
La pandemia de coronavirus pilló por sorpresa a las residencias de ancianos y tienen claro que faltó material, prevención y aislamiento. La Asociación de residencias privadas ARES subraya que en ningún momento se negó atención hospitalaria a los ancianos pero sí que señalan carencias en Atención Primaria
Parejas de ancianos caminando por un pasillo en una residencia / GETTY IMAGES
Zaragoza
"Estamos preparados para un rebrote" porque "hemos aprendido". El mensaje es de ARES, una de las asociaciones que agrupa a medio centenar de residencias privadas en Aragón. Su vicepresidenta, Maria Jesús Estremiana, ha pasado este jueves por los micrófonos de La Rebotica, en Radio Zaragoza, donde ha relatado la experiencia dramática, que ahora les sirve para intentar no repetir los errores ante el coronavirus.
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La Rebotica de Eva Pérez Sorribes con María Jesús Extremiana (18/06/20)
Les pilló de sorpresa pero han aprendido. Por eso, cuando les preguntamos qué pasaría ante un rebrote en estos lugares, escenarios del drama covid en Aragón, desde la asociación de residencias privadas ARES responden que "ahora tenemos el temor del rebrote pero hemos tenido un aprendizaje importante, muy doloroso y a un precio muy caro". Tras esta experiencia, "estamos preparados, con esa prevención además del temor".
Las carencias
Tienen claros los fallos. Faltó material, prevención y aislamiento de los infectados, a los que primero se les trató como una simple gripe. "Nos pilló a todos mal, a nosotros, a los médicos, a todos", remarca, al tiempo que recuerda que "en alguna residencia había 5 casos y se estaba tratando como si fuese una gripe o una bronquitis; y no se supo enfocar el tema como era".
En ningún momento, subraya Estremiana, se negó atención hospitalaria a los ancianos, pero sí se desbordó la Atención Primaria, el 061, y algunos médicos tuvieron temor de acudir a las residencias.
"En cuanto había un caso grave, se les trasladaba al hospital; eso ha sido así", remarca. No obstante, reconoce que "sí que hemos tenido una carencia, que creo que fue importante, y es que en los centros de salud hubo temor por parte de los profesionales de acudir a las residencias y hubo momentos que los ancianos estuvieron sin una atención adecuada".
Por eso, ahora estas residencias reclaman un mayor acceso para los ancianos, cada vez de más edad y con más patologias, a la atención sanitaria primaria. Esa es, para esta profesional, la clave del nuevo modelo para las residencias.
"Son los domicilios de los ancianos, no son hospitales ni clínicas ni centros de salud" pero "la realidad es que los residentes necesitan una asistencia mayor médica" por lo que los centros de salud "tendrían que estar muy preparados para esa atención directa y personal a los residentes, que son pensionistas, y no tener que trasladarlos a hospitales" porque "se les puede hacer un buen tratamiento en las residencias, y así debería funcionar".
